El antes y después de Alejandra Espinoza y su cirugía de senos
La presentadora comentó que no se sentía cómoda con sus pechos, por lo que se sometió a una reducción de mamas.
Alejandra Espinoza se sinceró con sus seguidores a través de las redes sociales sobre la situación que tuvo que pasar y el porqué de la decisión que tomó.
La modelo comentó que no se sentía cómoda, lo cual le generó ciertas inseguridades durante su participación en el concurso ‘Nuestra belleza latina’.
Alejandra Espinoza | Imagen tomada de: Getty
REVELÓ SUS INSEGURIDADES
Espinoza reveló durante un video colgado en su canal de YouTube, que siempre se había sentido insegura con el tamaño de sus senos, y que esa fue la razón principal por la que se realizó una reducción.
La conductora de el reality ‘La Banda’ explicó que todas sus hermanas siempre han estado felices con el tamaño de sus pechos, pero que ella siempre intentaba ocultarlas porque no se sentía cómoda.
INCOMODIDAD EN LA PASARELA
La modelo añadió que si se hubiese operado antes del concurso seguramente habría emitido una actitud mucho más positiva y menos incomodidad en la pasarela.
En algún momento del video Espinoza comentó que si observaban los vestidos de sus compañeras y lo comparaban con el de ella, seguramente se darían cuenta que era mucho más ancho, por lo que si hubiera tenido sus senos arreglados se habría visto mucho mejor.
Alejandra Espinoza | Imagen tomada de: Getty
RIESGO EN EL QUIRÓFANO
Cuando por fin pudo juntar el dinero para realizarse la operación, pidió al cirujano que no quería senos y que le redujera lo más que pudiera, pero él insistió alegando era necesario colocar implantes para que no se viera extraño.
Aunque la decisión ya la había tomado y era olvidarse de sus pechos lo máximo posible, el médico realizó la cirugía con implantes más grandes de los que ella había pedido, pese a que ella no lo había querido. Por lo que pasó una segunda vez por el quirófano.
Bajo riesgo y nerviosismo, la operaron esta vez como ella lo quería, quedó con el implante más pequeño que le había conseguido, y aunque ahora es víctima de críticas, se siente más libre y feliz.
Esta historia nos recuerda a la de Zach Moore, un hombre con sobrepeso que luego de ir a un restaurante de comida rápida se intoxicó y tuvo que permanecer durante 8 días hospitalizado.
Al salir, pensó en que su familia ya había pasado mucho por culpa de sus descuidos alimenticios, y que si quería seguir junto a ellos debía tomar una decisión: cuidarse y adoptar un estilo de vida más saludable; por eso luego de pesar 226 kg logró perder con mucho esfuerzo y dedicación 160 kilos.