Chiste del día: Hombre le hizo prometer a su esposa que lo enterraría con todo su dinero
Aquí está tu dósis de risa diaria, en este relato hablaremos con humor de alguien que sobrepasó los límites de lo avaro.
El amor de un hombre y una mujer es sinónimo de compartir, desde el tiempo juntos hasta un sentimiento, incluso bienes materiales, sin embargo para este hombre esto último no es opción válida.
Por eso hizo un pedido bastante escandaloso y poco usual, le pidió a su esposa que el dinero que tuviera al momento de su muerte fuera enterrado con el.
Pila de dinero │Imagen tomada de: Pixabay
PROMESA CUMPLIDA
Ante esta solicitud la sorprendida esposa no le quedó de otra que aceptar el último deseo de su esposo, aunque era algo egoísta de su parte el hombre incluso le exigió a su mujer que le prometiera que iba a cumplir la tarea que le encargó.
Ya tiempo después el hombre murió, llegó el momento de que su esposa cumpliera lo acordado, ante esta situación la viuda se cuestionó el cumplir el mezquino deseo de su pareja muerta.
En medio de varios análisis encontró la solución a su problema, cumpliendo asi la solicitud que le hizo el hombre y a su vez no fallarse a su propia coherencia, porque después de todo... ¿Para que alguien muerto tendría dinero en su urna?.
Ataúd en vehículo fúnebre│Imagen tomada de: Pixabay
AUDACIA FEMENINA
Ya en el funeral del hombre, una amiga de la viuda se le acercó para darle apoyo y a su vez saciar su curiosidad respecto al pedido del fallecido.
“Espero que no estés lo suficientemente loca como para haber puesto todo ese dinero allí, junto a ese viejo tacaño”, preguntó la entrometida amiga.
Mujer tomando nota│Imagen tomada de: Pixabay
La viuda respondió que en efecto, ella cumplió el último deseo de su pareja y metió todo el dinero que él tenía en su urna, la mujer sorprendida y escandalizada volvió a interrogarla.
”¿Quieres decirme que metiste cada centavo de su dinero en el ataúd?”, preguntó.
La afligida mujer respondió con cierta satisfacción, probablemente por notar su propia astucia: “Ciertamente lo hice. Junté todo el dinero, lo deposité en mi cuenta y le escribí un cheque a su nombre y lo metí en su urna”.
Esto es una prueba divertida que no es inteligente probar la astucia de una mujer, mientras tanto sigamos disfrutando historias divertidas como estas para alegrarnos la vida.