Tragedia de Érika Ortiz, la hermana pequeña de la reina Letizia que murió a los 31 años
A más de una década de la trágica muerte de la hermana de la Reina Letizia, recordamos su historia y el impacto que ha tenido en la vida de la Familia Real y de su hermana.
El 7 de febrero de 2007, a los 31 años, Érika Ortiz, hermana menor de la mujer que se convertiría en Reina de España pocos años después, cometió suicidio, dejando atrás a una hija de 6 años.
Érika fue víctima de la enfermedad mental, como tantas personas alrededor del mundo. Su muerte fue un día triste y lluvioso en España, pero infinitamente oscuro para Letizia.
EL TRÁGICO SUCESO
Érika fue hallada sin vida en un piso en Vicálvaro, el mismo en el que la propia Letizia vivió antes de comprometerse con el entonces Príncipe Felipe. Jamás sabremos con certeza los pensamientos que cruzaron la mente de Érika en esos últimos momentos.
Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano tuvieron tres hijas: Letizia, Telma y Érika. Érika era de las hermanas Ortiz la más sencilla. Tenía interés por el arte, gustos bohemios, y no era muy buena en los negocios, pero sí tenía el tesón necesario para completar sus estudios, para lo cual tuvo que trabajar como vendedora ambulante de libros.
UNA VIDA FELIZ
El padre de su hija, Antonio Vigo, era un escultor que trabajaba en el servicio de limpieza comunal. Su hija tenía 3 años cuando, en 2004, Letizia y Felipe contrajeron matrimonio. Érika lucía muy hermosa ese día, con una sonrisa radiante.
Pero la boda hizo a los paparazzi quedar prendidos de Érika, y tras el evento, comenzaron a seguirla sin descanso. Eventualmente Antonio se fue a trabajar en Uruguay, y esa distancia afectó su relación. En 2005, ya soltera, Érika comenzó a trabajar como productora de televisión, donde conoció a Rodolfo García, un iluminador con quien comenzó a salir.
PRETENDIENDO ESTAR NIEN
En la superficie, todo parecía ir viento en popa. Pero la ansiedad y la depresión iban erosionando silenciosamente la salud mental de Érika. Estaba recibiendo tratamientos psiquiátricos y medicamentos para sus problemas, pero el 7 de febrero de 2007, finalmente la superaron.
Letizia lloró desconsolada durante su entierro, en el cementerio de La Paz. Estaba embarazada en aquel entonces. Hubo también muchos rumores sobre recriminaciones familiares tras la muerte, aunque, de haber sucedido, jamás llegaron a hacerse públicas. En el décimo aniversario de la muerte de Érika, la Casa Real no emitió comunicado alguno ni realizó ningún evento.
En este otro artículo puedes leer cómo presuntamente es la relación de Carla Vigo, sobrina de Letizia, con sus primas de la realeza.