Alexandria Ocasio-Cortez: El nuevo rostro de la política estadounidense

Con tan sólo 29 años se convirtió en la mujer más joven en ser elegida congresista de la Cámara de Representantes del país norteamericano.

Alexandria Ocasio-Cortez nació en el Bronx, Nueva York, el 13 de octubre de 1989.

Sus padres son Sergio Ocasio, un arquitecto de ascendencia puertorriqueña nacido en el Bronx y Blanca Cortez, originaria de Puerto Rico.

La congresista estudió en “Yorktown High School”, graduándose en el año 2007. Posteriormente, inició sus estudios de Economía y Relaciones Internacionales en la Universidad de Boston. En esa época fue becaria en la oficina de inmigración del senador Ted Kennedy.

Tras culminar su carrera regresó al Bronx y comenzó a trabajar como educadora en colegios de la comunidad.

El año 2008 fue difícil para Alexandria, su padre falleció tras perder la batalla contra el cáncer y la crisis financiera que afectó al país derrumbó la economía de su hogar.

Esta situación la obligó a realizar turnos de hasta 18 horas como camarera en diversos restaurantes para sobrevivir.

En 2016 trabajó como organizadora en la campaña neoyorquina de Bernie Sanders. Luego de las elecciones presidenciales viajó por Estados Unidos y visitó lugares como la reserva Standing Rock en donde habló con personas que sufrieron violaciones de los derechos humanos a causa del Oleoducto Dakota Acces.

Reconoció que su visita a Standing Rock fue un punto de inflexión en su vida, ya que le demostró que no necesitaba de riqueza y poder para presentar una candidatura política.

Ver a los habitantes de Dakota del Norte “poniendo todas sus vidas y todo lo que tenían en juego para proteger a su comunidad”, la inspiró a empezar a trabajar por su gente.

En mayo de 2017 decidió presentarse como candidata a las primarias de Nueva York. “Nunca me imaginé presentándome a un cargo por mi cuenta”, expresó.

Su candidatura se fundamentó en el trabajo con las bases y en su capacidad para derrocar no solo a republicanos, sino a demócratas moderados que muchos consideraban que no eran lo suficientemente radicales en sus posturas contra Donald Trump.

“Se supone que las chicas como yo no nos presentamos a puestos para la Administración. No nací en el seno de una familia rica o poderosa, mi madre es de Puerto Rico y mi padre de South Bronx. He nacido en un lugar donde tu código postal determina tu destino”, dijo en un video para su campaña.

Y continuó:

“Me llamo Alexandria Ocasio-Cortez. Soy educadora, coordinadora y trabajadora neoyorquina. He trabajado con madres embarazadas, he sido camarera y he dado clases; entrar en política no estaba en mis planes. Pero después de 20 años de las mismas políticas nos tenemos que preguntar: ¿Para quién ha cambiado Nueva York?”

Contra todo pronóstico, Ocasio-Cortez logró derrotar en las primarias demócratas en Nueva York a Joseph Crowley, un veterano congresista, que llevaba nueve años en el escaño y multiplicaba por 10 su presupuesto de campaña.

Tras la victoria, algunas personas señalaron que Alexandria se vio favorecida por factores demográficos, ya que la mitad de la población de su distrito es de origen latino, pero ella dejó muy clara su posición al respecto:

“Algunas personas dicen que gané por razones demográficas. Primero, eso es falso. Ganamos con votantes de todas las clases. Segundo, aquí está mi primer par de zapatos de campaña. Llamé a puertas hasta que la lluvia atravesó las suelas”, escribió en Twitter junto a una imagen de su calzado desgastado.

Alexandria asegura ser socialista, en un país en el que se mira con malos ojos al término, debido a que se asocia con el comunismo.

También apoya propuestas controversiales, como acabar con la privatización de las cárceles, el acceso a una universidad pública y gratuita, y Medicare para todos.

Es defensora de las medidas para el control de las armas y está a favor de la abolición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés).

Durante su campaña rechazó las grandes donaciones que suelen ofrecer las corporaciones y se decantó por el apoyo de pequeños donantes.

La congresista, también propone que quienes ganen más dinero paguen más impuestos y desea que el mismo se utilice para ayudar a financiar el “Green New Deal”, que sería la forma en que el país norteamericano combata el cambio climático.

Estas posiciones, sumadas a su gran carisma, han hecho que Ocasio-Cortez se haya convertido en una celebridad en redes sociales.

Tiene una comunidad de fieles seguidores en Instagram, en donde cuenta el día a día de sus labores en el Congreso.

Sus interacciones en Twitter superan a las de cualquier gran medio informativo, incluyendo a las de otros representantes demócratas, como el popular Barack Obama.

“Ella produce una especie de efecto Oprah Winfrey. Oprah tiene un estatus de celebridad que hace que cuando presenta algo al público todo el mundo se interesa, aquello se convierte en una fiebre. La política es diferente, pero está pasando algo parecido."

"Ocasio habla de cosas que a lo mejor se habían dicho antes, pero no habían logrado captar la atención de la gente de este modo”, explica Stephanie Kelton, profesora de políticas públicas en la Stony Brook University.

Queda por ver, si la joven congresista logra generar algunos de los cambios que plantea o si incluso consigue llegar hasta la Casa Blanca y convertirse en la primer mujer en ser presidenta de los Estados Unidos.