Familia fue puesta en cuarentena tras intoxicarse con corales mientras limpiaban su pecera

Una familia casi muere después de inhalar gases tóxicos liberados por los corales en su pecera.

Katie Stevenson, su esposo Mark y sus hijas, de uno, siete y 11 años, fueron trasladados de emergencia al hospital con máscaras protectoras el pasado martes 6 de agosto.

Estaban limpiando su pecera, pero esto hizo que los corales emitieran patoxina, una de las toxinas más mortales conocida por el hombre.

Mientras luchaban por respirar, la familia del Reino Unido llamó al 111 y los servicios de emergencia acordonaron su hogar en Newport, Shropshire.

PUDIERON HABER MUERTO

"Mis hijos pudieron haber muerto. Pudimos haber muerto. No he dormido bien desde entonces. Todo tipo de cosas pasaron por mi mente", dijo Katie, de 34 años.

La madre agregó que, si hubieran decidido irse a dormir en lugar de pedir ayuda cuando comenzaron los síntomas, habrían muerto.

Se cree que es uno de los pocos casos registrados de intoxicación por patoxina en el Reino Unido.

LUCHARON PARA SALVAR SU VIDA

Los médicos lucharon para salvar la vida de la madre del químico liberado por el organismo vivo. Éste causa dificultad respiratoria grave y potencialmente mortal, para la cual no hay antídoto.

Mark, el esposo de Katie, y sus tres hijas, fueron puestos en cuarentena, sufriendo síntomas similares, pero menos graves, al igual que a los paramédicos que los llevaron al hospital desde su casa en Newport, Telford, Shropshire.

Los adultos pasaron una semana en el hospital. Las tres niñas fueron dadas de alta al día siguiente.

MOMENTO EN QUE ASPIRARON LA TOXINA

Katie contó cómo fue que ocurrió todo: "Nos habíamos ido de vacaciones y nuestros peces habían muerto, así que decidimos deshacernos del tanque. Lo vaciamos completamente y comenzamos a fregarlo. Cuando lo friegas, libera toxinas".

"La policía y los bomberos tuvieron que acordonar completamente la casa. Aproximadamente 10 minutos después de limpiar el tanque, comencé a tener una tos muy seca. Le dije a Mark 'me viene un dolor de garganta', y él dijo lo mismo.”

"Paramos por una hora y comencé a sentir escalofríos. Mi temperatura subió a 42 grados Celsius. Llamamos al 111 y enviaron una ambulancia”, agregó Katie.

"Fue aterrador. Los paramédicos que vinieron a buscarnos llevaban máscaras. Todo fue aislado. Nos dijeron que, de habernos ido a dormir, no habríamos despertado."

NO SABÍAN DE LA TOXICIDAD DEL CORAL

Cuando compraron el coral, no tenían idea de lo que se estaban llevando. "No le colocan folletos de peligro ni nada por el estilo. Es necesario informar sobre las toxinas para que la gente pueda saber qué está tocando y cómo limpiarlo."

La madre de Katie, Tina, dijo que podía "saborear" la toxina cuando llegó a su casa. Ella está ayudando a cuidar a la familia, que se está recuperando poco a poco.

"Hay mucha gente allá afuera con tanques de peces marinos. Mi familia pudo haber muerto. Cuando llegué a su casa, pude saborearlo. Pude sentirlo en el fondo de mi garganta. Mis ojos estaban llenos de lágrimas”, dijo Tina.

Los casos como el de esta familia son tan raros que al principio ni el servicio de urgencia ni los médicos que la trataron creyeron que estaba sufriendo algo más grave que una infección viral.

Este caso de envenenamiento nos recuerda al de una adolescente que terminó en emergencias tras tener contacto con una pequeña oruga mientras se encontraba haciendo jardinería en Zephyrhills junto a su familia. Conoce su historia aquí.