La leyenda de Lola Flores: la cantante favorita de Franco y la conquista de Hollywood
Mientras sus historias crecían, más se fortalecía todo lo que representaba, y por su misma grandeza la empezaron a llamar Lola de España, La Niña de Fuego y La Faraona.
Ya han pasado 24 años de la muerte de Lola Flores, pero quienes admiraron a esta cantante española no pueden olvidar la leyenda que representa, al ser la mujer con una historia de vida tan hermosa como impresionante. Y es que algunos incluso decían que sus experiencias eran hasta inverosímiles.
En su vida, no existía límite entre la realidad y la fantasía, pero la verdad es que nunca llegaremos a saber a ciencia cierta si tuvo una legión de amantes o si guardaba sus ahorros en una bolsa de plástico de El Corte Inglés, como tantas otras cosas.
Junto con sus historias se fortalecía su persona y todo lo que representaba. Entonces comenzaron a llamarla Lola de España, La Niña de Fuego y La Faraona.
Nació en Jérez el 21 de enero de 1923. Sus padres eran el tabernero Pedro Flores y la costurera Rosario Ruiz. De su progenitora heredó la raza gitana que siempre pondría sobre la mesa.
Portada de un disco de Lola Flores con una recopilación de sus éxitos. | Foto: Flickr
En 1940 se estableció en Madrid, donde dio sus primeros pasos de forma muy discreta. Comenzó con papeles pequeños en el cine y lanzó su primer tema y el más popular: Lerele.
Su amor más profundo fue el cantaor 20 años mayor que ella, Manolo Caracol, con quien también tuvo una relación profesional. Ellos estaban felices con su matrimonio, pero la familia de Manolo no pensaba igual.
Monumento a Lola Flores, Calle Ramón de Cala, Jerez de la Frontera, España. | Foto: Wikipedia
Este romance duró ocho años y dio frutos que prevalecen en el tiempo: la conocida copla La Zarzamora y las películas Embrujo y La niña de la venta. Con Manolo, Lola conoció las mejores corridas de toros, los mejores hoteles, los mejores artistas, pero en 1951 se separaron y ella se fue a América.
En este continente tuvo mucho éxito. Al llegar consiguió un importante contrato en Hollywood para rodar seis películas en dos años y rodó Pena, penita, pena y La Faraona. A finales de los 50, la artista amasaba una fortuna que sus seguidores calculaban en más de un millón de pesetas por película.
Mientras tanto, su vida amorosa era todo menos aburrida, pues a Manolo le sucedieron futbolistas, toreros, directores de cine, actores… Y es que ella aseguraba que “virgen no hay más que una y ésa era la Virgen María”. Eso, hasta que conoció a su gitano catalán y la historia cambió: Se casó con él en 1957 y tuvieron tres “monstruos”, como le llamaba ella a sus hijos: Lolita, Antonio y Rosario.
Se dice que uno de sus más grandes admiradores fue el general Francisco Franco. Según reseñó El País, casi todos los 18 de julio Lola actuaba para el dictador en el palacio de La Granja. Pero esa admiración le salió cara, pues tras la muerte de Franco ella tuvo que declarar tajantemente que no era "de nada ni de nadie, excepto de España", Lola de España.
Treinta años más tarde tuvo problemas con Hacienda, pero su carrera como pintora la salvó de las deudas y la posicionó como una de las artistas más importantes de Barcelona, Madrid y Miami. Pero con los años, pocos sabían que esta importante artista sufría cáncer de mama, lo que la terminó matando en 1995.
En mayo de este año, su hija Lolita González Flores le rindió un bonito tributo a su madre, que cumplió 24 años de fallecida tras la dura batalla que le tocó luchar contra la implacable enfermedad.
En esta oportunidad, la hija de La Faraona expresó que en todos estos años no ha pasado para ella, ni para su familia, el dolor que les dejó esta partida.
Asimismo, señaló que Lola “se convirtió en un ejemplo para muchos, al provenir de una familia humilde y luchar por sus sueños hasta llegar a la cima del espectáculo, cumpliendo su más grande sueño: bailar y cantar”.