Conoce la historia de Ana: cómo es vivir con Alzheimer antes de los 30 años

Tiene 44 años, un esposo, tres hijos y una enfermedad incurable que poco a poco le ha borrado sus recuerdos.

Ana es una mujer de sólo 44 años con un diagnóstico indiscutible. A su corta edad forma parte del 1% del total de los casos de Alzheimer por factor genético o hereditario, de acuerdo con el portal web El Mundo.

Desde muy joven, Ana ya presentía cuál sería su destino. Con 20 años, y poco tiempo después de conocer a su esposo, José Luis Fernández, le comentó las posibilidades que tenía de heredar la enfermedad neurodegenerativa. A su padre, una tía paterna y hasta a su abuelo paterno le habían diganosticado el mismo mal.

Las sospechas siguieron creciendo en su interior, pero lo más difícil durante todo ese proceso fue lograr que algún médico le realizara la prueba. Al ser tan joven, y además poseer síntomas similares a la enfermedad de Parkinson, nadie creía que podría tener Alzheimer.

Ana y José Luis tuvieron que recurrir a un centro privado. Fue entonces, y ya con 27 años de edad, que los resultados de la prueba confirmaron las sospechas que había tenido por años: Alzheimer degenerativo.

"Ana está condenada, pero tengo que seguir luchando por nuestros hijos", expresó su esposo.

Los médicos lograron detectar en ella una de las tres mutaciones genéticas de esta enfermedad. Desde entonces, el avance ha sido continuo.

Ana ya no puede cuidar de sus tres hijos, atender a su esposo, trabajar o valerse por sí misma. Hay días en los que ni siquiera recuerda quién es, y aunque el paso del tiempo ha borrado sus recuerdos, algunas veces logra recuperar la conciencia.

Su familia se ha dedicado a cuidar de ella. Pero hay otra preocupación que amenaza la estabilidad de sus hijos, existe 50% de posibilidad de que alguno de ellos también herede esta condición.

"La transmisión se produce de generación en generación en un 50% de los casos y si heredas la alteración genética, desarrollas la enfermedad en un 99%", afirmó Raquel Sánchez del Valle, neuróloga, secretaria del grupo de estudio de conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y jefa de servicio del Hospital Clínico de Barcelona.

Ante esta realidad, su esposo creó una campaña en la plataforma Change.org, para captar la atención del Ministerio de Sanidad y lograr la detección temprana de esta enfermedad.

Los pacientes genéticos existen, y Ana es la certeza de ello. ¿Cómo hacer ante la poca información que se tiene o las escasas probabilidades de acceder a una prueba a corta edad?

Hay formas para lograr reconocer los síntomas, y estar alerta ante esas señales inequívocas de la enfermedad degenerativa. Esa memoria siempre distraída o esas dificultades que poco a poco van avanzando, y que a veces generan temores en quien las padece.

Conocerlas es un paso para lograr la presencia de esta condición.