Conoce a Alba Molina, hija de los legendarios Lole y Manuel, de quienes heredó su alma musical
Alba rinde homenaje a sus padres con algo que siempre estuvo presente en la vida de la familia: la música. "Para Lole y Manuel" es el disco que cierra la trilogía dedicada al dúo de flamenco.
Directa y concisa con sus palabras, Alba Molina luce un claro parecido a Dolores Montoya y Manuel Molina, sus papás, sus modelos a seguir, sus amigos y sus principales referentes a la hora de hacer música.
“Mis padres son un modelo en todo. Los más vacilones del mundo, son impresionantes, guapos, ricos de mente y corazón, de dulzura, de pasión, de todo”, confesó en una oportunidad la cantante de 40 años que creó una serie de álbumes para recordar al dúo.
DE TAL PALO, TAL ASTILLA
Alba no dudó en seguir los pasos de sus progenitores y se lanzó al ruedo. Aunque afirma no ser cantaora, muchos la consideran "la nueva voz del flamenco", algo que no es de extrañar, considerando que nació de un par virtuoso en el género.
Pero Molina pasó más de 15 años sin pisar un estudio, tras la muerte de su padre en 2015 decidió emprender una trilogía de discos, siendo el primero "Alba Molina canta a Lole y Manuel", para rendirle honor a quien fue su mejor amigo.
EL ADIÓS A SU PADRE
"Yo quiero a mi padre más que ninguna hija quiere al suyo, y él a mí también. Sé que todos decimos lo mismo, pero creo sinceramente que es verdad. Siempre he confiado en él y él, en mí; me ha sabido llevar muy bien, en el escenario y fuera de él", compartió Alba en duelo.
Con la partida de Manuel, Alba se quedó sin su cómplice: "Es mi compañero de fatigas, de juergas y alegrías. He perdido a la persona a la que acudo cuando estoy bien y cuando estoy mal. Mi padre es un ser único", agregó Molina, quien vivió la fuerte separación de sus padres.
"Yo tenía 9 o 10 años, era muy pequeña. Claro que lo pasé mal con su separación, pero no es algo que tenga presente, que tenga guardado en el recuerdo. Lo que me dolía no lo olvidé, pero aunque el dolor es inevitable, el sufrimiento se escoge", compartió la orgullosa hija que a pesar de todo, no se cansa de alabar a sus padres.
LA PORTADORA DEL LEGADO
Ahora Alba está a cargo del repertorio del dueto que formaron sus padres, haciéndolo propio, imprimiéndole su sello, sin tener la característica guitarra tocada por Manuel, ni la inconfundible voz de Lole.
"Es verdad que a veces digo: no me debería haber metido aquí, debo de estar loca. Pero la clave es que no se trata de parecerse a ellos, sino de sentir su música. Es suficiente con eso", confesó la artista que previamente se dedicó a cantar funky, jazz y música brasileña.
Por ahora, la carrera de Molina va viento en popa, recientemente se agotaron las entradas para la presentación de flamenco que presentó en Moscú. Allí hizo gala del repertorio que presenta en honor a Lole y Manuel, quienes siguieron la senda marcada por Dolores Vargas, la diosa de la rumba Catalana.