First Dates: resumen del último capítulo de la nueva temporada
Las parejas llegaron al restaurant con la ilusión de vivir una noche perfecta para encontrar el amor.
En la última edición de First Dates, un grupo de solteros eligió una cita cara a cara y poner distancia a la nueva costumbre moderna de encontrar pareja por Internet.
En el programa del canal Cuatro, quienes necesiten encontrar el amor, podrán hallarlo, así que conoce a estas 12 personas que le dijeron sí a un encuentro a ciegas, para probar si hay o no corazón con su acompañante de velada.
SILVIA Y RENIER
Silvia es cocinera, tiene 27 años y se considera un partidazo porque tiene coche, tiene trabajo y casa.
Se describe como una mujer luchadora y reveló que es madre de un niño de 11 años. Además, dijo que es soñadora y romántica.
Llegó al restaurante del amor con la esperanza de encontrar a un hombre trabajador, que tenga sueños e intenciones en la vida y espera emparejarse con un moreno, porque mientras más tostado, mejor.
Renier es un cubano de 37 años de edad, técnico electricista y bien sociable.
Silvia: “Cuando vi a ese moreno entrar por la puerta, dije ‘¡Madre mía!’, la verdad a mí me ha encantado”.
Renier, al conocer a su cita, manifestó: “Es divertida y eso me gusta, porque para mí es fundamental que mi pareja sea divertida”.
El moreno de ojos expresivos, busca una mujer simple, que no sea complicada, algo que Silvia, no es para nada, según sus propias palabras.
A él, ella le pareció guapísima y por eso se considera con suerte, y aunque no es su tipo, quiere probar a ver cómo les va.
La cita corrió muy bien, tuvieron muy buena comunicación e incluso se notó la chispa. Bailaron bachata y hasta se besaron y frente al espejo se dijeron que hacen buena pareja.
Sin duda, Silvia tendría una segunda cita con Renier y él opinó lo mismo porque la pasó muy bien. Ambos se fueron tomados de las manos.
FRANCESC Y ANTONIO
Francesc tiene 37 años y es operario químico. Dice que es animadito en la cama, pues para él, si no se disfruta del sexo, no tiene nada.
Le gusta ir al gimnasio para mantener una rutina, trabaja en una industria farmacéutica, es soltero y dice que busca complicidad y actitud en los chicos.
Quiere conseguir a alguien con quien compartir su tiempo.
Antonio tiene 42 años y es camarero. Dice que le han hecho mucho daño en el amor y por eso es desconfiando.
Francesc opinó sobre “Toño”: “Me ha gustado porque tiene tatuajes y eso significa que no tiene prejuicios estéticos y físicamente me ha gustado”.
Por su parte, Antonio se mostró bien precavido. “Como me han hecho tanto daño, me he puesto un escudo”.
A Antonio no le termina de convencer su cita, porque lo ve como una persona que busca una relación muy abierta y aunque se considera mente abierta, no lo es tanto en ese sentido.
Francesc expresó que la ha pasado bien y la cita fue amena y por eso aceptó una segunda cita. “Me pareció un chico muy interesante”.
Pero Toño, le manifestó que no, “evidentemente como amigo para salir de fiesta (…) me pareces un tío encantador, pero…”
MIREIA Y CÉSAR
Ella tiene 29 años y se considera una mujer carismática. Es animadora sociocultural. En el amor es desconfiada. “Me han rechazado mucho y por eso tengo una coraza”.
Busca un hombre alto, cariñoso y con el que pueda tener muchos temas de conversación.
César tiene 29 años, es stripper y socorrista. Le ha ido más mal que bien en el amor, porque no ha conseguido a alguien que lo pueda complementar.
Para él, el sexo es muy importante. Debe funcionar, porque es muy activo. Busca una mujer alta, agradable y juguetona.
Mireia vio a un chico atractivo en su primera impresión, sin embargo, los nervios y timidez dominaron la cita, al menos de su parte.
Se mostró muy cortada y lo confesó, cuando él habló de cómo le gusta que las mujeres sean en la cama.
Sin embargo, cuando ella le reveló que de la cama no ha pasado, él dijo que es porque no lo había conocido y hasta planteó que la pondría encima de la mesa de la cocina.
Mireia dijo que no a una segunda cita, porque es una mujer más recatada y no lo quiere incluir en la lista de sus amigos de cama.
Aunque él, muy seguro se sí mismo, dijo que sí tendría una segunda cita y que de seguro ella se enamoraría.
PAULA Y GABY
Paula tiene 33 años y vive en Sevilla, le gusta verse bien para que los demás la vean bien.
Dice ser una mujer muy exigente, y señaló que cuando ve algo que no le gusta, se retira. Busca un hombre grande por todos lados, porque ella es grande.
Quiere un hombre de éxito “porque para pobre estoy yo y este cuerpo necesita mantenimiento”.
Gaby es entrenador personal, tiene 38 años y dice que vive con sus padres porque con la situación del país, no se puede alquilar ni comprar una vivienda.
En su primera impresión de Paula, dijo: “Su pelo es un poquito exagerado para los tiempos en que estamos”, ya que ella tiene una muy voluptuosa cabellera rizada.
Entre tanto, Paula dejó claro en el confesionario que busca un hombre que tenga dinero.
Mientras transcurría la cena, Gaby se mostró como un hombre muy serio y aferrado a sus padres. Dijo que le gustaron los ojos de su compañera de cita, pero resulta que son lentes de contacto. “Le han encantado mis ojos y son comprados”, precisó Paula.
Aunque ella cree que la cita va muy bien, Gaby no se la puede imaginar metida en la misma cama que él.
Al finalizar la cita, ella destacó que sí tendría una segunda cita con Gaby, “porque he congeniado mucho con él”, pero él “no tendría una segunda cita porque me ha faltado un poco de chispa”.
PAOLA E ISRAEL
La bella Paola busca todo o nada en el terreno del amor. “Me apetece alguien con quien salir, tomarme unos vinos. Me suelo entregar un poco con las personas, pero por la experiencia, he comenzado a racionar un poco todo”.
Israel es coordinador de un gimnasio y camarero. Tiene 30 años. “De entrada la vi y dije ‘uff esta niña está para entrar a vivir’… Me ha gustado”.
Paola e Israel se miraron y se gustaron de forma fulminante. Él busca una relación estable, dijo: “soy una persona de pareja”.
A ella no le gusta que él trabaje de noche, pero dice que, si el resto de las cosas compensan, puede que no pase nada. “Soy celosa si me dan motivo”.
A él le gusta que ella sea una persona ambiciosa, con metas bien planteadas, mientras que Paola ve en él un chico independiente y trabajador: “básicamente lo que estoy buscando”, dijo.
Entre ambos hubo mucha química, piensan que son muy guapos y al final de la cena, hasta se besaron largo y pausado. Él dijo que es muy guapa. Además, le gustó como besa. “Besa pausado, besa bien”.
En la decisión final, Paola dijo que le encantaría tener una segunda cita con él e Israel dijo de inmediato que “hay que tener una segunda cita”.
Sin duda, una noche de muchas emociones en las que los comensales del restaurante disfrutaron de la rica cena y terminaron, algunos, con muy buena compañía.