Pol Badía: el maestro Joao le dio una nueva vida después de su ruptura con Adara
Luego de una corta estadía en la casa de Guadalix de la Sierra, Pol Badía habla con honestidad de su vida después de Adara y con el maestro Joao.
En la última edición del reality Gran Hermano VIP, se ha formado un interesante triángulo entre Pol Badía, su exnovia Adara y el maestro Joao. Entre los dos últimos se ha establecido una gran amistad y se han hecho confesiones que han puesto en un hilo la relación de Pol y Joao.
Recientemente, Pol tuvo la oportunidad de pasar algunos días en la casa. A su salida, fue entrevistado por la revista Lecturas, donde hizo algunas confesiones sobre cómo lo afectó desde el punto de vista emocional su ruptura con Adara, a quien conoció en una participación anterior de ambos en GH.
“Me costó mucho rehacer mi vida. Tuve otros problemas graves que me hundieron, murió mi abuela y un amigo. Estaba mal y lo pagaba con mi familia y amigos. Me dio por salir de fiesta, me bebía hasta el agua de los floreros, era mi forma de escape”, dice con sinceridad.
Durante muchos meses vivió con sus padres, quienes intentaban ayudarlo al ver lo mal que estaba, pero él no se los permitió con su actitud.
“Me encerraba en mi habitación, les contestaba mal, comía a deshoras. Salía por y para ligar, sexo compulsivo, tres chicas en una noche. Te engañas a ti mismo. Los problemas siguen estando ahí”.
Luego de aproximadamente un año sumergido en este autodestructivo estilo de vida, conoció al maestro Joao, que sin tener conciencia de ello, consiguió salvarlo.
“Me refugié en la fiesta, autodestrucción pura y dura. Aunque nunca pensé en el suicido, me iba a dormir y pensaba que si no me despertaba me daba igual. No tenía ilusión. De no ser por Joao, no sé qué hubiera sido de mí”, dice con franca emoción.
La historia de amor entre ambos comenzó con un beso en la segunda cita, sin que la diferencia de edad fuese impedimento para que floreciera su relación.
Respecto al estatus actual de su relación, no queda suficientemente claro, sin embargo Badía se mantiene optimista y a la espera de que el maestro salga de la casa para tener una conversación donde aclaren todo.