Teresa Rodríguez recuerda el peor día de su vida: cuando su esposo murió en sus brazos

La periodista relató cómo fue el momento en el que el padre de sus hijos falleció por un infarto hace 17 años.

Reconocida por su entereza y seriedad, Teresa Rodríguez abrió su corazón en una entrevista con Neida Sandoval, donde dejó a un lado estos atributos tan característicos para esbozar uno de los instantes más amargos de su vida.

La conductora revivió el episodio en el que su esposo, el ejecutivo de televisión Tony Oquendo, murió en sus brazos a causa de un infarto que la dejó sola con sus dos hijos que hoy tienen 32 y 27 años.

ENTRE LÁGRIMAS RECORDÓ AQUELLA MAÑANA

Rodríguez tuvo un matrimonio lleno de amor que solo la muerte pudo separar. Fue una mañana del 2002 cuando Ocando comenzó a sentir cierto malestar que rápidamente lo sentenció a un final fatal.

"No se sentía bien por la mañanita. Los niños estaban dormidos […] y se va a caminar al perro, regresa y entonces me dice ‘me voy a bañar'. Lo veo y le digo ‘¿te sientes bien?'. Me dice ‘sí, me voy a bañar porque tengo que ir ya a trabajar, pero quiero ir a ver a los niños antes de irme'. Lo siento en el baño como quejándose en la ducha. Le digo ‘¿tú estás bien?'", rememoró la periodista.

SE FUE EN SUS BRAZOS

Teresa siguió contando cada vez más emocionada como la sensación de su marido rápidamente se escaló a un infarto que terminó apagándole la vida mientras lo sostenía en sus brazos y hablaba por teléfono con el 911.

"Le digo ‘¿pero qué sientes?'. Me dice ‘no sé, como que no me siento bien'. Yo empiezo a llamar al 911, los niños estaban dormidos todavía. Y él empieza a agonizar y de repente inconsciente y yo con el 911 hablando con ellos mientras que él estaba ahí a mi lado", continuó contándole a Neida.

ESTÁ AGRADECIDA POR SUS HIJOS

A 17 años del triste episodio, Rodríguez admite que lo más difícil fue explicarle a sus niños que su papá había fallecido: "Eso fue lo más difícil a día de hoy", agregó esta orgullosa madre que está más que agradecida por sus hijos, quienes son el reflejo exacto de ella y de su difunto marido.

"Pero él se tiene que sentir muy orgulloso de Víctor y Julián porque son… Dios se llevó a Tony, pero me dejó a los niños que esos niños para mí… Son tan apegados a mí. Ya uno tiene 32 años, el otro 27 y uno es igualito a mí y el otro es igualito a su papá, pero yo sé que su padre se tiene que sentir muy orgulloso de ellos", concluyó Teresa, quien al igual que Myrka Dellanos tuvo que encontrar la mejor manera de sobrellevar con sus hijos la pérdida.