El único amor del famoso mujeriego del cine Alfredo Landa: su esposa

Una historia de amor siempre cautiva corazones, pero aún más cuando el protagonista es un mujeriego que llega a enamorarse tan profundamente que se mantuvo fiel a ella hasta el momento de su muerte.

Alfredo Landa tuvo una gran fama de mujeriego, pero que solo provenía de sus roles en la gran pantalla. En la vida real era fiel y devoto de una sola mujer. La que robó su corazón.

Era Landa un estudiante de la Universidad de San Sebastián cuando empezó a estudiar actuación y conoció a Maite Imaz Aramendi, su gran amor para toda la vida.

“Sin ella yo hubiera sido un imbécil y creo que no lo soy”, comentaba Landa en una entrevista en la que también hizo énfasis en que su felicidad se debía a que había hallado equilibrio entre el trabajo y la vida personal, lleno de amor.

Sus primeros personajes estaban enfocados en ser aquel hombre poco agraciado que con su intelecto o sentido del humor logra conquistar mujeres que lucen fuera de su alcance, algo que hasta sus coprotagonistas llegaron a señalar que en la realidad era todo lo contrario.

Él mismo se confesaba monógamo. Junto a Maite tuvo tres hijos que llamaron Ainhoa, Alfredo e Idoia. Solo la muerte les separaría. Él falleció en 2013 y ella en 2016, una noticia de la que los medios no se hicieron mucho eco.

Incluso en una de sus grandes anécdotas recuerda como su coprotagonista Ingrid Thulin se flechó con él, pero fue completamente platónico. “Anda que he perseguido suecas en las películas y aquí es justo al revés, qué curioso. Y esta sí que es sueca de verdad", dijo según El Mundo.

Si algo confirmaba además con orgullo era que la única mujer que persiguió en la vida entera fue la suya.

Cuando le preguntaron si el éxito de sus cuatro décadas de matrimonio representaban suerte o fuerza de voluntad, él explicó que ni lo uno ni lo otro.

“Simplemente hay que tener cuidado. Bueno, tampoco se trata de una lotería, pero es cierto que hay que saber escoger y aprovechar el noviazgo, que entonces era larguísimo, no como ahora, para conocerse”, confesaba al mismo diario español.

Landa debutó en 1957 y la última vez que fue visto en la gran pantalla fue con un rol en “Luz de domingo” en 2007.

Tras sufrir un ictus en 2009 y quedar confinado en una silla de ruedas no le quedó más que anunciar su retiro de la actuación.

Falleció en 2013 a los 80 años de edad. En su exitosa carrera fue merecedor de tres premios Goya. Dos por mejor actor por las películas ”Bosque animado” en 1987 y “La marrana” en 1992. En 2008 le otorgaron el Goya de Honor.

Otra mujer además de Maite que sí estuvo presente en la vida de Alfredo fue Josele Román, una estrella de rock que además tuvo trabajos como actriz incluso al lado de Landa, con quien tenía una relación de amor y odio.

Con respecto a la actuación, ella dejó claro que se retiró porque se había cansado de hacer los mismos papeles. Desmintió así las afirmaciones que Landa habría dicho sobre ella, que fueron publicadas en el libro "Alfredo el Grande, vida de un cómico".

De acuerdo con lo allí expresado, Landa habría afirmado que "Josele Román comenzó a cambiar y a meterse de todo, hasta que salió de órbita. Se convenció o la convencieron de que podía ser una estrella del rock, cuando su verdadero talento, a mi juicio, estaba en la comedia, y así se lo dije, pero no me hizo caso”.

Ella se sintió profundamente herida y dijo que todo aquello era mentira y nunca se había drogado. El dolor fue además por saber que sus familias y amigos leerían aquellas palabras que calificó como no ciertas.