La dura vida de Marie Fredriksson de Roxette: infancia pobre, muerte de una hermana y un tumor
Muchos recordarán a la cantante y compositora Marie Fredriksson por ser la voz femenina del dúo sueco de pop “Roxette” junto a Per Gessle. Sin embargo, ese fue solo su trabajo, su vida fue mucho más que eso.
La cantante que muchos recuerdan por sus peinados estrafalarios y vestuarios brillantes, nació en Suecia el 30 de mayo de 1958, y desde pequeña debió enfrentar varios traumas que la marcaron de por vida.
De acuerdo al libro que relata la historia de su vida, la artista siempre tuvo muy presente su amor por la música, soñaba con ser famosa desde un humilde hogar en la Skåne rural.
Como muchos otros famosos debió trabajar muy duro para surgir desde muy abajo y conquistar la fama internacional, pero para conseguirlo, la vida le dio muchos golpes y le enseño el espíritu de lucha que se necesita para llegar hasta donde lo hizo.
Con tan solo siete años de edad, Marie Fredriksson debió enfrentar la muerte de su hermana Anna-Lisa, quien falleció con tan solo 20 años, en un repentino accidente de tráfico.
Según la autobiografía de la artista, ese fue un duro golpe para ella, pero de allí aprendió que no debía rendirse jamás hasta alcanzar sus sueños y con tan solo 17 años de edad consiguió entrar a estudiar música de forma profesional, pero no fue sino hasta que se mudó a Halmstad que consiguió iniciar con su carrera.
Marie conoció a Per Gessle y más adelante formaron “Roxette”, el dúo que se convirtió en todo un suceso musical y que generó nueve discos además de múltiples giras mundiales.
Sin embargo, más adelante la vida le pondría otro duro obstáculo, ya que en el año 2002 le descubrieron un tumor cerebral que hizo que Marie atravesara momentos muy duros de tratamientos de radioterapia y muchos golpes emocionales.
Marie incluso tuvo que volver a aprender a contar, leer caminar y hasta hablar. La artista debió desaparecerse de los medios hasta que consiguió curarse, pero las consecuencias de los tratamientos fueron devastadoras, pues quedó con problema de visión en el ojo derecho, y de audición.
A pesar de todo esto, en el año 2007 Marie volvió en solitario y en 2011 se consiguió reunirse con Roxette y realizar conciertos, pero sus problemas de memoria a causa del cáncer que padeció, supusieron un problema en su carrera, aunque ella nunca se rindió.
Marie se aferró a la vida y sorprendió al mundo con su talento, pero la mañana del pasado lunes nueve de diciembre, el mundo del espectáculo debió despedirse de la artista.
Marie falleció con tan solo 61 años de edad, pero no sin antes dejar su música y su autobiografía que sirve como un ejemplo de lucha y superación.