Vanessa Bryant tras la muerte de Kobe: 'No puede terminar una oración sin estallar en llanto'
Fuentes cercanas a la familia han confirmado que la viuda de Kobe Bryant está haciendo lo posible para mostrar una actitud de fortaleza ante sus hijas.
Desde hace unos días, la vida de Vanessa Bryant cambió para siempre cuando su esposo y su hija Gianna murieron en un accidente aéreo cuando se trasladaban en helicoptero a un partido de baloncesto de la niña de 13 años en Calabasas, California. Ahora debe afrontar una realidad triste con fortaleza por el bien de Natalia, Bianka y Capri.
A DURAS PENAS SE MANTIENE EN PIE
"Es un momento extremadamente difícil y devastador para Vanessa y toda la familia", declaró un amigo de la familia a People.
People recibió la información de que la viuda del basquetbolista está pasando por el trago más amargo de su vida mientras se esfuerza por asumir el rol de la cabeza del clan Bryant, ahora integrado por ella y sus tres hijas de 17 y 3 años, y una bebé 7 meses.
NO PARA DE LLORAR
"Ni siquiera puede terminar una frase sin ponerse a llorar. Pero está esforzándose mucho para no desmoronarse y mantenerse fuerte para sus hijas", dijo el amigo de la familia.
Sin embargo, el informante de los Bryant agregró que la madre de 37 años está recibiendo todo el apoyo de sus seres queridos y que se está refugiando en su fe para mantener la frente en alto y seguir en pie de lucha sin su compañero por los últimos 20 años.
PLANEARON NO VIAJAR JUNTOS
"Él y Vanessa tenían un pacto según el cual no volarían juntos en helicóptero nunca", confesó la fuente a la revista.
De esta manera, el matrimonio buscaba evitar una tragedia más traumática y que sus hijas quedaran huérfanas. Además se pudo conocer que Kobe solo usaba como piloto a Aza Zobayan, quien estaba a cargo de la aeronave al momento del siniestro que terminó con la vida de nueve personas.
DEJARON UN VACÍO
Los mensajes de condolencias han caído como lluvia sobre Vanessa y la familia del resto de las víctimas del accidente que tuvo lugar este domingo 26 de enero. Una fecha fatídica tanto para los dolientes, como para el mundo del deporte.