La dura infancia del actor Asier Etxeandia: 'En el colegio me esperaban los niños para pegarme'
Tras el excelente trabajo realizado en la última película de Pedro Almodóvar, “Dolor y gloria”, Asier Etxeandia aceptó la invitación de “Planeta Calleja”, compartiendo vivencias de su infancia.
Con un impresionante viaje por Camerún en lo profundo del continente africano, Jesús Callejas y Asier Etxeandia se han instalado sobre una canoa rumbo a las Cascadas del Lobé, y rodeados por la naturaleza y sus sonidos hablaron desde el corazón.
"Este viaje me pilla en un momento de sueños cumplidos, hiper creativo, todo lo que he querido ser y hacer a mis 43 años, lo he conseguido. Estoy en un momento pleno", confesó Asier, totalmente conectado con sus emociones.
A pesar de su usual reserva en hablar de su vida privada, en este entorno y con la excelente compañía y empatía de Jesús, el actor y cantante español habló de su dura infancia, del rechazo y de los ataques que sufrió por ser diferente.
"Era la mezcla de niño que tenía de todo, no estudiaba, estaba autista, jugaba solo a que me convertía en hombre lobo en una esquina (…) no era el tipo de niño que triunfa. A esos niños les hacen bullying y cada día en el colegio me esperaban los niños para pegarme", contó Etxeandia, dejando traslucir el dolor que aún siente.
Su naturaleza artística no se conectaba con el sistema escolar, llevándolo a fracasar constantemente. Para él nada de lo que ofrecía el colegio era interesante, porque tenía muy claro que quería ser un artista.
Luego vino una adolescencia difícil, debido especialmente a su orientación sexual que en un principio fue rechazada por sus padres. Eso lo llevó a abandonar muy joven su hogar, con apenas 18 años cumplidos salió al mundo buscando su espacio para evolucionar.
Y así descubrió al teatro y encontró su verdadera vocación, aquella que le daría un norte de vida, que le permitiría canalizar toda la creatividad que crecía en su interior y supo que la actuación era su tabla de salvación.
Sus padres, en particular su madre, debieron crecer como seres humanos a lo largo de los años, para entenderlo y aceptarlo en su verdadera dimensión, sin embargo, apenas después de la muerte de ella ocurrida hace diez años, fue que Asier comenzó a ir tras sus sueños, y hacer cosas que nunca antes se atrevió.