Las mujeres de Plácido Arango: Teresa García-Urtiaga, Cristina Macaya y Cristina Iglesias

El empresario se dedicó a los negocios, la filantropía y las artes, pasiones que combinó con la compañía de los tres amores que tuvo en su vida.

Plácido Arango, de origen mexicano y raíces asturianas, se radicó en España en 1966 para iniciar su exitosa carrera como empresario.

En su llegada al país, creó la empresa Sigla S.A que agrupó al conglomerado Vips, el cual vendió en 2018 al grupo Alsea. De la empresa sólo conservó un 8% de las acciones.

Su recorrido profesional lo alterno con otras dos pasiones, el altruismo social y el amor por las artes. De hecho, en esos ámbitos también logró combinar su pericia para los negocios con los proyectos artísticos y solidarios.

Fue asesor del BBVA, Presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, patrono y presidente del Museo del Prado de Madrid y del Museo Metropolitano de Nueva York.

Durante su vida lo acompañaron tres mujeres en distintos tramos de su proceso. Teresa García-Urtiaga, fue su primer esposa y madre de sus tres hijos, quienes siguen su legado empresarial y social.

Plácido Jr. es consejero delegado del grupo Vips, su hermana Maite, es vicepresidenta de la ONG Hazloposible.org y el más famoso es Paco Arango, dedicado al cine y la música.

“Mis hermanos y yo lo hemos mamado de una forma muy natural, pero también tenemos ese colmillo propio de los empresarios, con hambre de éxito en todos los proyectos que iniciamos”, dijo Paco en entrevista con El País.

Tras separarse de Teresa, Arango sostuvo una relación de 17 años con Cristina Macaya, socialité y viuda del empresario Javier Macaya. Después, el empresario estuvo por más de una década con la artista Cristina Iglesias.

La pareja cuidaba mucho su privacidad y solo se dejaban ver en los museos y eventos artísticos, mostrando que compartían su pasión por el arte. Ella llegó a definirlo como “el compañero perfecto” y compartían piso en Chamberí.

Este lunes 17 de enero, se dio la noticia de su partida. El empresario mexicano, de 88 años, murió dejando atrás un reputación intachable en su vida privada y un legado empresarial y social con México y España, reconocido incluso por los reyes al dar sus condolencias.

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