Hijo de Eduardo Yáñez llora la muerte de su abuela: 'Ni siquiera pude despedirme'
Eduardo Yáñez Jr. expresó su tristeza en redes sociales al enterarse sobre la muerte de su abuela María Eugenia Luévano.
El joven ha tenido una relación turbulenta con su padre durante los últimos años y aseguró que es la cuarta pérdida familiar en la que no tuvo oportunidad de despedirse.
Yáñez Jr. se encontraba en una fiesta infantil con su hijo Angelo, cuando decidió compartir un sentido mensaje en memoria de su abuela, quien falleció el 23 de febrero a los 82 años.
"Descansa en paz abuela, no era el domingo que esperaba", escribió en sus historias de Instagram
El joven de 33 años aseguró que la vida golpea fuerte ya que con el fallecimiento de su abuela suman cuatro miembros de la familia de los que no se ha podido despedir.
“Ni siquiera pude despedirme cara a cara, el tiempo es una perra”, expresó en las historias.
Continuó: “Vives en mis recuerdos y en mi corazón. Prometo que nunca te olvidaré”.
Su padre fue el encargado de informar sobre el fallecimiento de doña Maru, como la llamaban sus seres queridos. Hasta el momento no se conocen mayores detalles de las causas de la muerte.
Los representantes del actor explicaron que por ahora no se ofrecerán declaraciones acerca de este doloroso momento por el que atraviesa Eduardo.
Hay que recordar que en junio de 2017 el hijo de Yáñez lo acusó en Twitter de ser racista, drogadicto y que abusa de las mujeres.
Es comentario desató una serie de insultos y declaraciones entre ambos en donde el actor llegó a llamar estúpido a su hijo.
Al paso de los años han resarcido su relación y parece que por ahora existe cierta cordialidad.
La relación de Yáñez Jr. con el resto de su familia ha sido complicada. En enero del año pasado se reencontró con su madre, Adriana García tras 18 años sin verse.
Festejó su cumpleaños 33 y convivió con otros integrantes de la familia materna.
El actor habló de su infancia y del inmenso amor que sentía por su madre, con quien quería pasar el resto de su vida en una una entrevista en “Venga la alegría”.
Con la confianza de la amistad que lo une a la Chicuela, Eduardo conversó sobre su infancia, su adolescencia, su familia, y especialmente de los sentimientos que le inspiraba su madre, a quien era muy apegado.
“Mi madre es una mujer de la cual yo estuve enamorado en mis años más chavito, la veía como mujer, la mujer con la que yo quería casarme y tener un hogar”, recordó.
Explicó que se refería solo a la intensidad de lo que sentía según el punto de vista de un niño, cuya visión de las cosas es simple y pura.
“Cuando estás chavo no piensas cosas distorsionadas, te lo estoy diciendo como el amor puro de un ser humano a otro con el que quieres convivir para siempre y estar para siempre a su lado”, dijo.
Durante su niñez, nunca conoció a su padre. Tuvo varios medios hermanos de los cuales habla poco, explicando que no tuvieron una relación muy cercana, aun cuando crecieron juntos. Dos de ellos murieron y del resto dice no saber qué ha sido de sus vidas.