Los últimos años de Pilar Miró: una "dama de hierro" con un corazón débil

La directora cinematográfica se destacó en su carrera profesional por su talento, por su carácter fuerte y por ser la mujer más influyente del cine español.

Pilar Miró nació el 20 de abril de 1940 y fue la primera mujer en licenciarse en la Escuela Oficial de Cinematografía en 1968.

Hizo guiones para películas, trabajó con el Ministerio de Educación y Ciencia, y luego se convirtió en realizadora en TVE, allí también fue la primera mujer en realizar ese trabajo.

En 1976 debutó como directora de cine en el largometraje ‘La Petición’. Después dirigió su segunda cinta y la más taquillera, ‘El Crimen de Cuenca’, en 1981.

La cinta fue censurada por el gobierno y le acarreó un proceso militar por las escenas de tortura que mostraba. El juicio no terminó en nada y la cinta fue un éxito.

Antes, en 1980, dirigió su película más personal, ‘Gary Cooper que estás en los cielos’, donde reflejó su experiencia personal y de salud a través del personaje que encarnó Mercedes Sampietro.

La directora asistió también a la Facultad de Derecho con el Rey Juan Carlos y tuvo una educación fuerte, ya que su padre y su hermano fueron militares.

En algún momento de su carrera fue crítica taurina, pues era detractora de esta práctica. Su relación con la familia real de España fue más allá.

Ella fue la encargada de realizar la transmisión televisiva de la boda de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Algunos dicen que esta responsabilidad terminó por deteriorar aún más la salud cardiaca de la directora por el estrés que le acarreó este trabajo.

“He vivido más de un momento de situaciones límite y, tal vez, de una forma distinta a otros, con la constante que es la angustia y la prisa excesiva... Vivir pensando que no vas a tener tiempo de vivir”, dijo poco antes de su fallecimiento, citada por El Correo.

Pilar murió el 19 de octubre de 1997 a los 57 años por un ataque al corazón sufrido en su casa. Le sobrevivió su único hijo, Gonzalo Miró, hoy presentador de televisión.

El joven nació en 1981 y Pilar jamás reveló el nombre del padre, un hombre con el que tuvo una relación no muy estable y que se desentendió de ella cuando supo de su embarazo.

Ella se hizo cargo con tenacidad de la crianza de su hijo, no se casó y designó en una notaría a dos personas como encargadas de su pequeño si algo le llegaba a suceder.