Michael Robinson y sus frases célebres: 'El cáncer puede matarte una vez, pero no todos los días'
Entre frases que denotaban sabiduría y humor, el futbolista dejó muchas de sus opiniones inmortalizadas en la memoria de sus fanáticos, quienes le recordarán por su exitosa carrera en el campo de juego pero también como comentarista deportivo.
A los 61 años de edad, Michael Robinson falleció tras mantener una lucha contra el cáncer. Su carrera como futbolista profesional y posteriores trabajos como comentarista de televisión le hicieron ganar un gran lugar en los corazones de muchos fanáticos del balompié.
A través de sus entrevistas dejó unas cuantas frases que quedarán marcadas en la memoria del colectivo. Algunas de ellas las recuerda Huffington Post, como homenaje en este abril de 2020.
EN EL FÚTBOL
Durante su carrera como futbolista, el delantero británico jugó para los equipos de Liverpool, Osasuna y Cádiz. Del balompié y sus vivencias en él solía decir:
“La bebida está muy estigmatizada. Yo tenía fama de bebedor cuando jugaba. Pero nunca tomaba alcohol 54 horas antes de un partido. Aunque es verdad que no recuerdo muy bien todos los lunes de mi vida”, afirmó.
“Cuando me pidieron en la final de la Copa de Europa que lanzara un penalti, yo pensaba en mis padres que en mi casa estarían diciendo... mi hijo la va a c***”.
“Me arrepiento de haber hecho 'Maracaná', que vino tras El Día Después. Yo sabía que era malo y les dije que era malo, pero no me oían”.
EN LA TELEVISIÓN
En cuanto a su carrera como comentarista deportivo, admitía que el medio le atraía mucho. Así lo dejó ver al decir:
“La televisión me seduce: me ha hecho llorar de pena, de felicidad, reír mucho, me cuenta las historias más terroríficas, me da las mejores noticias: no es la caja tonta, es la caja mágica”.
“A veces, cuando tengo que rellenar un formulario y pone ‘Profesión’ me pregunto si debería poner ‘Jeta’, pero acabo poniendo ‘Director de televisión”.
“Carlos y yo vemos el Twitter al volver al hotel, y nos dan cada hostia. Nunca coincide quién es el culé o el merengue, solo en que no tenemos ni p*** idea. Yo soy del Liverpool”, dijo el inglés sobre lo que ocurría al finalizar la transmisión de algún partido junto a su compañero Carlos Martínez.
UN BRITÁNICO MUY ESPAÑOL
No cabe duda de que Michael se sintió tan británico como español, aunque solía comentar que terminó por no hablar ninguno de los dos idiomas bien.
“Cuando llegué a España yo sólo decía hola, adiós, gracias, cerveza y contaba hasta cinco”.
“Cuando vinimos a España por segunda vez decidimos no hacer planes... y resulta que llevo ya 30 años aquí”.
"Mi españolidad la descubrí en la final del Mundial de Sudáfrica. Yo en ese momento estuve en estado de pánico”.
Así como hoy queda a la vista que su partida ha conmocionado al mundo deportivo, también demuestra que tanto en su vida como profesión marcó corazones que hoy le lloran y su trayectoria no podrá ser olvidada.
Unos meses atrás, Michael hablaba sobre cómo se encontraba llevando su lucha contra la enfermedad, que le hizo vivir todo un año de múltiples emociones. Para ese entonces se cumplía un año del diagnóstico de cáncer incurable.
Además de revelar lo que sentía, agradeció el apoyo de tantos seguidores que con sus mensajes le animaron a enfrentar la dificultad con una buena actitud y con optimismo.
"El día 30 de octubre del año pasado, me dieron las peores noticias. Tenía un cáncer incurable (de momento). He vivido un año lleno de emociones, he aprendido mucho de mí. En todo momento he sentido el apoyo de todos ustedes. Gracias. Estoy muy agradecido", reveló en un tuit.
Para el momento se había sometido a tres cirugías, luego de que le diagnosticaran un cáncer incurable a raíz de los estudios practicados a un bulto que le encontraron debajo de la axila.