Niño de 12 años de familia numerosa sin padre vende dibujos para comprar comida y pagar alquiler

Miguel Ángel es un niño hondureño que tiene sólo 12 años. Vive con sus cuatro hermanitos y con su madre, que se ha quedado sin ingresos debido a las medidas para contener la crisis del COVID-19.

Esta familia de Quetzaltenango está pasando por un momento muy difícil. Martha López, la madre del niño, era vendedora de ropa y trabajaba en el mercado La Democracia. Pero perdió su trabajo debido a la crisis del COVID-19.

Una hermana suya que vive en la capital y suele ayudarla está en la misma situación: su fuente de ingresos se vio interrumpida por la cuarentena. Miguel es consciente de la situación, y como otros niños que se han cargado al hombro problemas mucho más grandes que ellos, buscó una forma de ayudar.

"Vi a mi mamá triste", explicó Miguel. "Mi papá está en México y no quiere ayudar a mi mamá; la está dejando sola".

Habiéndose quedado sin empleo, Martha, quien además lucha con un cáncer de pulmón, no tiene forma de pagar la renta del lugar en el que vive con sus cinco niños, dos de ellos asmáticos. Incluso los alimentos le están resultando difíciles de costear.

Viven actualmente en un departamento que les cuesta 1.500 quetzales de renta (algo menos de 200 dólares). Pero ahora no pueden pagarlo, y deberán mudarse a una habitación para recortar gastos.

"Miguel Ángel vende los dibujos para ayudarnos ya que nos están pidiendo este lugar. Ahora buscaremos un cuarto más barato para poder mudarnos", explicó Martha.

Con la puerta cubierta con sus dibujos, que vende a 3 quetzales la pieza, el pequeño Miguel aporta su trabajo artístico a la economía familiar. Su esfuerzo y su arte han logrado dar visibilidad a la dura situación de su familia.

La situación y la iniciativa del niño llegaron al artista quetzalteco Marvin Vásquez, quien dio difusión al caso y ayudó a que muchas personas encuentren el hogar y los dibujos de Miguel.

"Apoyemos el arte de Miguel Angel, compremos sus dibujos, de esa manera incentivamos su pasión por el dibujo y apoyamos a su madrecita", escribió el artista.

A partir de su publicación en Facebook, que da los datos de contacto para encontrar a la familia, los dibujos del pequeño se han agotado, y él ha debido ponerse a hacer nuevos para poder cubrir la demanda.

"Fue Dios, tuvo que ser Dios, porque el hermano de don Marvin vino a ver los dibujos y le contó. Entonces don Marvin vino con unos crayones y compró dibujos, él nos ayudó bastante", contó la madre.

Ella también se encuentra confeccionando y vendiendo mascarillas, según contó a los medios, y puede alcanzársela con las mismas coordenadas que a su hijo, claro. Él, mientras tanto, sigue dibujando, y soñando con un futuro mejor en el que pueda ser arquitecto o dibujante.