Coronavirus: la inspiradora historia de cinco ancianos que ganaron la batalla contra la enfermedad
Aunque su condición médica era delicada, lograron superar el virus y actualmente se encuentran saludables.
María tiene 92 años y padece demencia senil leve e hipertensión, Carlos Julio suma 71 y tiene diabetes e hipertensión, Hernando cuenta 68, Plinio 65 y José Hermilio es de 61 años, pero necesita constantemente oxígeno.
Todos ellos dieron positivo para COVID-19 y tuvieron que luchar contra el virus en total aislamiento en el Centro del Anciano San Pedro Claver en Bogotá, Colombia. Su historia es inspiradora, pues a pesar de su edad, le ganaron la batalla a la enfermedad.
Mujer con los ojos cerrados usando una mascarilla de protección facial. | Foto: Pixabay
ABANDONADOS POR SUS FAMILIARES
Los cinco abuelitos habían sido abandonados por sus familiares en el lugar de cuidado del adulto mayor ubicado en el centro de la capital colombiana. Algunos simplemente no pueden ser atendidos por sus seres queridos porque no cuentan con los recursos para tener a sus ancianos parientes bajo su custodia.
Su edad y condición médica los convertía en pacientes de alto riesgo al contraer coronavirus, pero su recuperación es inspiradora.
Algunos dicen que sanaron gracias a las oraciones de las monjas que laboran en el lugar, pero lo importante en el caso es que ya están libres del feroz virus que atacó a millones de personas en el mundo entero.
Anciano usando una mascarilla de protección facial para protegerse del COVID-19. | Foto: Pixnio
POCAS ESPERANZAS
Las esperanzas de que los abuelitos sobrevivieran eran pocas, incluso, luego de que fueron diagnosticados los cinco nombrados arriba se sumó a la lista de infectados Víctor Julio, de 82 años.
Su cuadro era todavía peor, pues además del COVID-19, padece de diabetes, hipertensión, hipertiroidismo e hiperlipidemia.
El anciano tuvo que pasar su etapa crítica aislado hasta que le dieron la buena noticia de que había superado el virus.
Anciana usando una mascarilla de protección facial para protegerse del COVID-19. | Foto: Pixnio
Pero los pronósticos médicos para Víctor Julio y sus compañeros era los peores. Basándose en experiencias internacionales registradas en otros geriátricos, lo que esperaban era la muerte para los abuelitos infectados.
La historia de ellos ha sido tan destacada que El Tiempo dedicó un reportaje donde muestran que la salvación de los ancianos del hogar de abuelos en Bogotá es una luz entre la tiniebla que envuelve a otros enfermos con las mismas características que ellos.
De 200 adultos mayores que habitan en la residencia ubicada en la calle 1ª sur con Caracas, en el centro de Bogotá, no hay casos de fallecidos por COVID-19.
Anciano usando una mascarilla de protección facial para protegerse del COVID-19. | Foto: Pixabay
SE ENCENDIERON LAS ALARMAS
Las alarmas se encendieron en el Centro del Anciano San Pedro Claver el pasado 3 de abril cuando María salió positivo por coronavirus.
A causa de una neumonía tuvo que ser hospitalizada previamente en una clínica donde posiblemente contrajo el virus.
Luego, cuando fue reportada como contagiada, permaneció en el hogar de ancianos en completo aislamiento, toda vez que la Secretaría de Salud realizó el cerco epidemiológico.
Anciana sosteniendo un bastón mientras está sentada en un sofá. | Foto: Pixabay
A ella se sumaron los otros cuatro ancianos que tuvieron también la compañía de Víctor Julio, pero en medio de sus casos, dos enfermeras del lugar renunciaron y el terror se apoderó de los trabajadores.
De hecho, fueron seis las mujeres que se quedaron en el lugar y que tuvieron que hacerse cargo de los enfermos las 24 horas.
Angustiados por el escenario que tenían, desde un principio esperaron lo peor, pero afortunadamente los abuelitos vencieron el COVID-19 y luego de ser dados de alta recibieron la ovación del personal que los atendió.
Anciano con el rostro cubierto por una mascarilla para protegerse del COVID-19. | Foto: Flickr
Nunca tuvieron que ser llevados a un hospital y recibieron la pertinente atención en el hogar de cuidados que es administrado por ocho monjas de la congregación de las Hermanitas de los Pobres de San Pedro Claver.
Lo increíble de esta historia es que, aunque se enfrentaron a todo pronóstico, todos con desenlaces fatales, los cinco abuelos superaron el virus y los otros 196 que hay en el lugar no han sido contagiados.
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