Valentina, hija de Valentín Elizalde, todavía no recibió la herencia de su papá que tiene su abuela
En una entrevista con "De Primera Mano", la menor de las hijas de Valentín Elizalde reveló que todavía no recibió su parte de la herencia. Y que con sus hermanas disienten en que Gabriela Sabag sea albacea de su difunto padre.
Cuando Valentín Elizalde fue brutalmente asesinado en 2006, su hija Valentina sólo tenía dos años. Prácticamente no guarda recuerdos directos de su padre, y manifestó su dolor por haber tenido que crecer sin una figura paterna.
Le quedan las canciones, y el cariño con el que "El Gallo de Oro" es recordado por su familia y por la gente que tuvo el agrado de conocerlo. Y un legado.
Ella ha decidido que quiere también dedicarse a la música, y ya ha dado los primeros pasos en ese sentido. "La Pollita de Oro" es su nombre artístico, en honor a su padre.
En su entrevista para "De Primera Mano", la joven cantó uno de los grandes éxitos de "El Gallo de Oro". Habló, además, sobre sus planes, sus deseos y sus complejas relaciones familiares:
"Lo único que yo quiero es que se haga justicia, que se encuentre al culpable, y que el culpable pague por lo que hizo, porque no es justo que nos haya dejado sin papá", manifestó allí.
Tiene una relación muy cercana con sus hermanas Gabriela y Valeria, pese a que las tres son hijas de madres diferentes. Reveló que ninguna de las tres está de acuerdo con que Gabriela Sabag, quien fuera la única mujer legal de su padre, sea su albacea.
Tampoco están de acuerdo con el proyecto de Tano Elizalde de realizar una bioserie sobre el afamado cantante. Y afirmó que de intentar sacar ese proyecto adelante, Tano podría tener problemas con ella y sus hermanas, quienes no han otorgado los derechos del nombre.
"Le están haciendo otra traición a mi papá", dijo sobre él y Gabriela Sabag.
Además, hizo una impactante revelación: nada de la fortuna de "El Gallo de Oro" obra en su poder. Pese a que tiene buena relación con su familia, no ha podido participar jamás de la fortuna que dejó su padre al morir.
"Lo único que nos dejó fue su recuerdo y su legado", sostuvo. Todo "lo tiene mi abuela Camila", explicó.
Sin embargo, no quiere entrar en conflicto, dado que tiene muy buena relación con sus familiares. "Los quiero muchísimo", dijo. No sin manifestar que quiere ver el testamento, y saber a ciencia cierta qué es lo que le toca.
"Estaría muy bien que nos dieran lo que nos pertenece", aventuró.
Cree, sin embargo, que su abuela espera que todas sean mayores de edad para repartir los bienes. Al momento, la única que no es mayor de 18 es la propia Valentina.