Borja Thyssen y Blanca Cuesta, el amor que Tita Cervera no apoyó

Borja Thyssen y Blanca Cuesta se casaron en 2007 en Terrassa. La boda echó por tierra la relación existente entre Borja Thyssen y su madre, Carmen Cervera.

Fue hace 13 años que Borja Thyssen y Blanca Cuesta unieron sus vidas para siempre en una boda en Terrasa. Sin embargo, aquella boda representó un ultimátum en la relación de Thyssen con su madre, Carmen Cervera.

Ambos habían pasado años sin dirigirse la palabra hasta hace poco, luego de que se diera a conocer la noticia de que su padre Manolo Segura murió de cáncer a los 77 años de edad.

LA OPOSICIÓN DE CARMEN

Tras ocho años de noviazgo, una de las parejas más cuestionadas de España decide contraer matrimonio. Cuesta, quien es diez años mayor que Borja, se encontraba embarazada del primero de los cuatro hijos que conforman la familia: Sasha, Eric, Enzo y Kala.

Lo que más destacó de la ceremonia fue la ausencia de Tita Cervera, quien se opuso a la unión. Adicionalmente, la pareja no pudo casarse en la fecha ni en el sitio planeado debido a problemas de permisos.

BODA EN TERRASA

Finalmente, no les quedó de otra que casarse en la Iglesia parroquial del Santo Espíritu, en Terrasa. El hijo del barón Thyssen tampoco realizó el tradicional paseo hasta el altar, ya que su madre no estaba allí para llevarlo del brazo.

Debido a que la baronesa no estaba presente, la madrina de la boda fue la periodista Chelo García Cortés. Adicionalmente, Borja optó por vestir de manera informal, llevando chaqueta con camisa y sin corbata junto a unos pantalones vaqueros.

CONFLICTOS ENTRE MADRE E HIJO

Borja y Carmen Cervera pasaron siete años sin hablar, e incluso hubo conflictos legales de por medio. En enero de 2011, Thyssen interpuso contra Tita por la presunta incautación de dos obras de arte que él quería poner a la venta.

Dicha querella fue archivada, pero madre e hijo no volvieron a verse sino hasta el año siguiente. En octubre de 2012, la baronesa acudió a la clínica donde se encontraba su nuera para conocer a su tercer nieto, Enzo.

DELITO FISCAL

Año y medio después, volvieron a reencontrarse de forma casual en la calle, pero no fue hasta julio de 2014 que los tres fueron vistos juntos. A raíz de problemas económicos, la pareja se ha visto obligada a cambiar de residencia por motivos fiscales.

Él se mudó a Andorra y ella, junto a los niños, regresó a la capital española. Desde entonces, el empresario solo puede pasar 183 días en España junto a su familia para evitar problemas con Hacienda.