Los padres de Ana Obregón y la historia de su gran éxito en el negocio inmobiliario
La familia García Obregón se encuentra devastada ante el fallecimiento hace un mes del joven Álex Lequio, incluidos claro está sus abuelos de 90 años de edad, quienes han dedicado una vida entera al negocio de bienes raíces, al punto de haber construido la urbanización más privilegiada de Madrid.
La actriz Ana Victoria García Obregón, más conocida como Ana Obregón, es muy unida a su familia y así lo ha demostrado en los buenos tiempos y también en los más desafortunados, como los que vive desde el fallecimiento de su hijo de 27 años.
Desde que se conociera la noticia, ella dejó su casa en La Moraleja y se fue a vivir por un tiempo con sus hermanas para no encontrarse sola. En las raíces familiares hay mucho que les conecta a la urbanización, pues fueron los padres de Ana quienes la construyeron.
Hoy en día sus cinco hijos son vocales en el Consejo Administrativo de la empresa familiar, pero el gran éxito en el negocio inmobiliario de Antonio García Fernández vino de su deseo de superarse y de perseverar, señala Vanity Fair en un recuento de su vida.
El hombre nacido en 1926 siempre supo que con esfuerzo y trabajo duro podría salir adelante. Lo demostraba ya a sus 13 años de edad trabajando en locales donde fregaba platos y limpiaba pisos en una tienda de la ciudad. Además era el repartidor y llevaba las compras en una cesta.
Antonio sabía que no podría ser un repartidor por siempre y fue muy dedicado a los estudios. Más allá de las horas trabajando, se interesaba también en su preparación académica. Se graduó con honores como delineante proyectista.
A los 22 años se convirtió en aparejador y luego en arquitecto técnico. En los caminos por los que lo ha conducido la vida conoció a Ana María Obregón Navarro. Para ambos fue amor a primera vista y desde entonces se han mantenido juntos.
Su esposa es la hija única de Carmen Rubio Arrabal y Juan Obregón Toledo, un conocido empresario que se convirtió en socio de García para fundar Jotsa, un negocio inmobiliario completamente familiar en el que el padre de Ana poseía el 50% de las acciones y su suegro la otra mitad.
Ana María se convertía entonces en la Secretaria del Consejo de la empresa que construiría la hoy urbanización La Moraleja, en la que viven las familias con mayor status en la capital española.
En su construcción, que comenzara en 1969, García no solo edificó su vivienda. También hizo una para cada uno de sus cinco hijos: Ana, Celia, Amalia, Javier y Antonio. Actualmente todos son vocales en el consejo de Administración de la compañía y Celia ha asumido la presidencia de esa empresa familiar.
La familia García Obregón se ha caracterizado por ser muy unida, además de ser todos exitosos en la continuación de los negocios de su padre, pero también en abrirse nuevos caminos con su actitud de dedicación y perseverancia.
A pesar de esta unión familiar, los padres de Ana Obregón no pudieron acompañarla dentro del tanatorio cuando falleció Álex, debido a las restricciones preventivas en el país por la pandemia del coronavirus.
Es por ello que la familia decidió reunirse a dar un último adiós al joven empresario en la parroquia Nuestra Señora de la Moraleja, con una ceremonia realizada este martes de 30 de junio a la que solo fueron invitados familiares y amigos cercanos.