Chiste del día: Dos mujeres van al cielo y San Pedro les pone como condición no pisar patos
Los finales inesperados son la mejor parte de cualquier historia. A continuación, te presentamos varias anécdotas muy graciosas que de seguro te harán reír, pero también pensar un poco.
Dos mujeres subieron al cielo y se encontraron en la puerta con San Pedro. Él les dijo que en ese lugar podrían hacer lo que quisieran, pero les pidió encarecidamente que no pisaran ningún pato.
Les explicó que estos animales llegan a hacer mucho ruido cuando los pisan, y además cogen una furia tremenda, así que las mujeres estuvieron de acuerdo con la condición.
Cielo con rayos de sol y nubes. | Foto: Pexels
Un día, una de las mujeres accidentalmente pisó un pato. Lo que les había contado San Pedro era cierto: el ave hizo muchísimo ruido y se puso rabioso. En ese momento, el apóstol apareció con un hombre muy feo, lo encadenó a la mujer y se marcharon juntos.
La otra mujer, asombrada, tomó todas las precauciones para no cometer el error de la anterior y no pisar un pato. Después de mucho tiempo, San Pedro apareció con un hombre muy guapo y lo encadenó a ella.
Pato nadando. | Foto: Wikipedia
Sonrojada y entusiasmada, miró al hombre y dijo: “No estoy segura de lo que hice para encadenarme a ti, pero esto es genial”. El hombre guapo la miró de vuelta y le respondió: “Yo tampoco estoy seguro. Lo único que hice fue pisar un pato”.
EL AGENTE Y SU PLACA
Un agente de la DEA ingresó a una granja y le dijo al joven propietario: “Necesitaremos revisar sus tierras para buscar si ha cultivado drogas ilegales”. El dueño del lugar no tuvo problema, y le dijo: "Está bien, pero no entres en ese campo de allá".
Logo de placa de policía. | Foto: Freepik
Enfurecido y agitado, el oficial le grita: "¡¿Ves a esta maldita insignia, hijo?! Esta insignia significa que puedo ir a donde me plazca, cuando me plazca, ¡cómo me plazca! ¡No tienes autoridad a la hora de decirme a dónde diablos puedo ir! ¡¿Me he explicado, muchacho?!”.
El chico asintió astutamente y lo dejó entrar. Al poco rato escuchó un grito y cuando levantó la vista vio al agente correr tan rápido como podía, perseguido por un viejo toro malo.
Toro negro de Lidia. | Foto: Wikipedia
Por momentos el oficial ganaba terreno entre él y el cuadrúpedo, pero el animal acortaba la brecha fácilmente. Seguramente el hombre aterrorizado se cansaría antes de llegar a un lugar seguro.
Fue entonces cuando el dueño de la finca soltó unas herramientas que tenía en la mano y gritó a todo pulmón: “¡Su insignia! ¡Muéstrele su insignia!”.
Otro chiste que no puedes perderte es el de un hombre mayor con un estado de salud envidiable para tan avanzada edad.
Cuando fue a una consulta de rutina con su médico, este no pudo evitar preguntarle su secreto para mantenerse en tan buen estado. Te sorprenderá conocer su respuesta.