Ríete a carcajadas: los 10 mejores chistes sobre niños, animales, trabajos y la vida
La risa es realmente la mejor medicina, y ¿a quién no le gusta un buen chiste para alegrarse el día? Desde niños y animales hasta momentos extravagantes de la vida, estos 10 chistes te harán reír.
Tanto si buscas una risita rápida como si quieres reírte a carcajadas, tenemos todo lo que necesitas. Así que siéntate, relájate y disfruta de una colección de humor tan variada como desternillante.
Amigos riéndose de algo en un móvil | Fuente: Pexels
El loro y el ladrón
Una noche, muy tarde, un ladrón entró en una casa. Mientras caminaba de puntillas por el salón, una voz atronadora le detuvo en seco: "¡Jesús te está observando!".
Aterrorizado, se quedó inmóvil, pero cuando volvió el silencio, volvió a avanzar sigilosamente.
La voz resonó una vez más: "¡Jesús te está observando!".
Presa del pánico, el ladrón escudriñó la habitación y vio un loro en una jaula.
"¿Eras tú?", preguntó.
Un ladrón con las manos en la cabeza | Fuente: Pexels
"Sí", respondió el loro.
Aliviado, el ladrón preguntó: "¿Cómo te llamas?".
"Moisés", respondió el pájaro.
"¿Moisés? Es un nombre tonto para un loro. ¿Qué idiota te ha puesto ese nombre?".
Un loro en una jaula | Fuente: Pexels
El loro graznó: "El mismo idiota que llamó Jesús al Rottweiler".
El rápido ingenio de Moisés es sólo el principio de este viaje lleno de risas. Cuando pasemos la página al siguiente chiste, prepárate para una historia que combina un poco de misterio con una generosa dosis de hilaridad. Agárrate bien mientras nos sumergimos en este juguetón cuento del cementerio.
La confusión de las nueces en el cementerio
Dos chicos estaban sentados detrás de un nogal, cerca de la valla de un cementerio, repartiéndose un cubo de nueces. El cubo estaba tan lleno que algunas nueces se cayeron y rodaron, acabando cerca de la valla. Los chicos las ignoraron por el momento y siguieron repartiendo las nueces del cubo.
Nueces tumbadas en la hierba | Fuente: Pexels
"Una para ti, una para mí", coreaban.
Un tercer chico que pasaba en bicicleta oyó las voces y pensó: "¡Son Satanás y San Pedro dividiendo almas!". Aterrorizado, corrió hacia un anciano que había más adelante. Tras persuadirle, el anciano le acompañó cojeando para ver de qué hablaba el chico.
Mirando a través de la valla, oyeron: "Una para ti, una para mí...".
Temblando, el anciano susurró: "¡Esto es real!".
Un anciano conmocionado mirando a través de una valla | Fuente: Midjourney
Pero justo cuando se preparaban, los chicos terminaron de repartir las nueces y dijeron: "Ahora vamos por las que están junto a la valla". Al parecer, el viejo volvió al pueblo cinco minutos antes que el chico.
Aquellos chicos traviesos del cementerio sabían muy bien cómo hacer reír, pero el humor no acaba ahí. Esta vez, saltamos al mundo de una rana con un destino insólito. Prepárate para una predicción que te hará partirte de risa.
La desafortunada predicción de la rana
Una rana llamó a una vidente.
Una rana sobre una mesa | Fuente: Pexels
Se emocionó cuando la vidente le dijo: "En el próximo mes, conocerás a una hermosa joven. Se sentirá fascinada por ti y querrá saberlo todo sobre ti".
"¿Dónde la conoceré?", preguntó la rana con impaciencia. "¿Estaremos en una fiesta? ¿O tal vez pasee por mi casa?".
La vidente respondió: "Nada de eso. La conocerás en su clase de biología el próximo semestre".
Una mujer hablando por el micrófono de unos auriculares | Fuente: Pexels
Justo cuando pensabas que las cosas no podían ser más inesperadas, tenemos una confesión bélica sorprendente y divertida a partes iguales. Este chiste revela cómo incluso las situaciones serias pueden dar un giro hilarantemente incómodo. Sumerjámonos.
La guerra interminable
Un hombre de Ámsterdam confesó a su sacerdote: "Durante la Segunda Guerra Mundial, escondí a un refugiado en mi ático".
"Eso no es pecado", le tranquilizó el cura. "Ayudaste a alguien necesitado".
Un sacerdote escuchando una confesión | Fuente: Pexels
"Pero le cobraba 20 gulden a la semana", añadió el hombre.
"Eso no estuvo bien, pero aun así le salvaste la vida", dijo el sacerdote.
El hombre dejó escapar un profundo suspiro. "No sabe cuánto me alivia oírle decir eso. Pero dígame, padre, ¿tengo que decirle que la guerra ha terminado?", preguntó el hombre.
Un hombre confesando sus pecados a un sacerdote | Fuente: Pexels
Aquel dilema moral de la Segunda Guerra Mundial tuvo su vuelta de tuerca, ¿verdad? Ahora, vayamos al lugar de trabajo para conocer una historia de pura desgracia cómica. Prepárate para un momento de risa a carcajadas que sólo podría ocurrirle a alguien realmente desafortunado.
El incidente del teléfono de hierro
Mark se presentó en el trabajo con dos orejas rojas y doloridas.
Su compañero le preguntó: "¿Qué ha pasado?".
Un hombre trabajando en una obra mirando a un lado | Fuente: Pexels
Mark le explicó: "Estaba planchando mientras veía la tele. Cuando sonó el teléfono, cogí la plancha en su lugar".
"¿Y la otra oreja?".
"El tipo volvió a llamar".
El percance telefónico de Mark nos hizo llorar, pero el siguiente nos lleva a un local de comida rápida donde el intercambio da un giro divertidísimo. Prepárate para la historia de una pareja de ancianos que redefinen el concepto de "unión" de la forma más estrafalaria posible.
Compartir es cuidar
Una pareja de ancianos entró en un restaurante de comida rápida y pidió una hamburguesa y una pequeña ración de patatas fritas. Cuando se sentaron, se repartieron cuidadosamente todo: la hamburguesa, las patatas fritas, incluso la bebida.
Una hamburguesa con patatas fritas sobre una mesa | Fuente: Pexels
Un camionero que les observaba se compadeció de ellos y se ofreció a invitar a la esposa a comer.
El esposo se negó cortésmente, diciendo: "Oh, no, gracias. Lo compartimos todo".
Unos minutos después, el camionero se dio cuenta de que, mientras el esposo comía, la mujer no había probado bocado.
Preocupado, preguntó: "¿Por qué no come?".
Un camionero sentado en un restaurante de comida rápida | Fuente: Midjourney
La esposa contestó secamente: "¡Porque estoy esperando por los dientes!".
Desde la hilaridad de la comida rápida hasta una aventura nocturna, el siguiente chiste es un auténtico grito... ¿o deberíamos decir chillido? Acompáñanos al mundo de los murciélagos con un giro tan oscuro como desternillante.
El murciélago ciego
Un murciélago vampiro regresó a su cueva cubierto de sangre, sólo para ser acosado por otros que le preguntaban de dónde había sacado la sangre.
Murciélagos colgados en una cueva | Fuente: Pexels
Finalmente, los condujo a través de un bosque y señaló un árbol.
"¿Ven ese árbol?", preguntó.
"¡SÍ!", gritaron.
"¡Bien!", dijo, "¡porque yo no lo vi!".
La aventura nocturna de aquel murciélago fue para los libros, pero ahora es el momento de una risa más ligera. El siguiente chiste tiene que ver con flores, compasión y un caso clásico de mensajes contradictorios que te hará sonreír.
La confusión de la tarjeta del florista
El dueño de una tienda estaba encantado de recibir un ramo de flores el día de la inauguración de su nuevo negocio.
Un ramo con una tarjeta | Fuente: Pexels
Sin embargo, su emoción se convirtió en confusión cuando leyó la tarjeta adjunta: "Mi más sentido pésame".
Desconcertado, el hombre llamó a la floristería para informar del error. La florista se disculpó profusamente y dijo: "¡Lo siento mucho! Su tarjeta se habrá enviado a la funeraria".
El dueño de la tienda preguntó: "¿Qué decía la tarjeta?".
Un hombre sostiene una nota mientras hace una llamada telefónica | Fuente: Pexels
La florista respondió: "'Felicidades por su nuevo lugar'".
Puede que los floristas tengan sus meteduras de pata, pero espera a oír hablar de este abogado con un nombre tan ingenioso como su chiste. La siguiente historia es un juego de palabras y un homenaje apropiado con un chiste a la altura.
El abogado honrado
Un abogado de apellido Extraño encargó una lápida con la inscripción: "Aquí yace un hombre honrado y un abogado".
El cantero se negó, diciendo: "Es ilegal enterrar a dos personas en una tumba. Pero puedo escribir: 'Aquí yace un abogado honrado'".
Un hombre encargando una lápida | Fuente: Midjourney
El abogado protestó: "¿Cómo sabrá la gente que soy yo?".
El cantero respondió: "Fácil. Lo leerán y dirán: "¡Eso es Extraño!"".
Hemos tenido juegos de palabras ingeniosos y confusiones divertidísimas, pero ahora es el momento de terminar con fuerza con una historia de condiciones extremas y una celebración inesperada. Abróchate el cinturón para este final que seguro que te hará reír a carcajadas.
El granjero en el infierno
Un granjero de Texas se encontró en el infierno tras fallecer. El Diablo se sorprendió al encontrar al granjero imperturbable y sonriente en medio del calor.
Un granjero descansando en el Infierno | Fuente: Midjourney
"¿Por qué estás tan contento?", preguntó el Diablo.
El granjero respondió: "Me siento igual que en un caluroso día de junio en mi tierra, cuando estoy arando mis campos".
Molesto, el Diablo aumentó el calor a 40 grados con una humedad sofocante. Sin embargo, el granjero siguió sonriendo por mucho que el Diablo subiera la temperatura.
Finalmente, el Diablo decidió congelar el infierno, fijando la temperatura en unos escalofriantes -23 grados.
Lava congelada | Fuente: Midjourney
Para sorpresa del Diablo, el granjero empezó a correr y a gritar de alegría.
"¿Por qué estás tan contento ahora?", le preguntó el Diablo.
El granjero gritó: "¡Los Cowboys habrán ganado la Super Bowl!".
Tanto si se trata de un loro que burla a un ladrón como de un granjero que hace sudar al Diablo, seguro que estas historias te alegrarán el día.
Dos mujeres riendo juntas | Fuente: Pexels
Así que compártelas con amigos, familiares o compañeros de trabajo, y que no decaiga la risa. Al fin y al cabo, ¡la vida es demasiado corta para no reírse a carcajadas!
Sigue riéndote con estos chistes sobre bares, trabajos y animales estrafalarios.