Sara Carbonero pasa sus vacaciones en Corral de Almaguer, el pueblo de su infancia
Pasada la temporada de fútbol, Sara Carbonero, Iker Casillas y sus dos niños, Martín y Lucas, se han trasladado a Corral de Almaguer. Es el pueblo en el que la periodista vivió durante su infancia.
Tras pasar la cuarentena en Oporto, Sara Carbonero se dirigió con su familia a pasar sus vacaciones en su lugar favorito. Se trata de Corral de Almaguer, un pueblo de Toledo que tiene un valor muy especial para ella.
CORRAL DE ALMAGUER
Allí pasó Carbonero su infancia. Allí también gusta de regresar todos los veranos, para encontrarse con seres queridos y viejos amigos, que la reciben de brazos abiertos cada vez, pese al pasado familiar.
En Corral de Almaguer, además, el recuerdo y la nostalgia aguardan en las pequeñas cosas, para llenar con su calidez el corazón de la periodista. Así lo demuestra una fotografía que publicó en sus historias de Instagram.
"Mecedora con historia, donde me dormía mi madre cuando era bebé", escribió.
La historia de Instagram de Sara Carbonero. | Foto: Instagram/saracarbonero
En la imagen, Sara Carbonero aparece descansando en una mecedora de madera antigua, entre muchas plantas. Su rostro soñador y su gesto sereno dan a entender que ese lugar es para ella un cruce de muchas temporalidades y de recuerdos.
TIEMPO DE CAMBIOS
Es un descanso más que merecido para la presentadora tras meses muy intensos, y un momento de ternura que la hizo ser una con aquella bebé y aquella niña que fue. Aquella que todavía lleva dentro.
Según trascendió, resulta bastante probable que este sea el último verano que Sara y su familia pasen entre Portugal y España. Esto es así dado que su marido, Iker Casillas, se encuentra en tratativas para instalarse en la capital española con un cargo de asesor en el Real Madrid.
Esta que llega es toda una nueva etapa para esta familia. Casillas y su esposa llevan cinco años radicados en Portugal y viviendo en Oporto, ciudad a la que han podido convertir en su hogar y a la que ambos le han tomado mucho cariño. Sin olvidar, de todos modos, que eso no era definitivo.
Son perspectivas positivas a futuro tras haber pasado tiempos muy difíciles. Tras superar duros problemas de salud, si algo le ha quedado claro es que la vida es para disfrutarla momento a momento.