Kiko Matamoros está psicológicamente mal por la nueva infección que lo aqueja
El colaborador del programa ‘Sálvame’ había sido sometido a una operación para extirparle la vesícula y unas horas después volvió a urgencias por un fuerte dolor abdominal.
Los especialistas pensaron que se trataba de una pancreatitis pero luego de realizarle los exámenes correspondientes encontraron que su páncreas estaba bien.
Al continuar con la evaluación para dar con un diagnóstico, señalaron que Kiko estaba sufriendo de una infección de origen desconocido.
Tras realizarle una ecografía y un TAC, determinaron que había un problema en los conductos del hígado que se originó a raíz de la cirugía de vesícula.
Como Matamoros fue intervenido por laparoscopia, los médicos tuvieron que inflar su abdomen y el proceso fue complicado.
Este procedimiento causó daño en los conductos del hígado, se produjo una hemorragia y tuvieron que coser la herida. Luego se generó una cicatriz interna que comenzó a supurar.
El presentador empezó a recibir un tratamiento a base de antibióticos, pero tuvo esperar entre 48 y 72 horas para conocer si funcionaba o si tenían que cambiarlo.
Kiko Hernández, quien es compañero de trabajo de Matamoros, comentó que toda esta situación lo ha afectado emocionalmente.
No ha querido comer, su estado de ánimo es bajo, lo que refleja que lo está pasando mal. El colaborador desea estar en su casa para descansar y recuperarse completamente.
Luego, Kiko pudo hacer un enlace con el programa en una transmisión en vivo en donde le dijo a sus compañeros y a los televidentes que no se encuentra bien y que la peor parte de todo es el hecho de estar encerrado en el hospital.
También dijo que espera poder salir pronto, ya que al parecer los antibióticos empezaron a hacerle efecto. Hay que destacar que no es la primera vez que Matamoros tiene problemas con la vesícula.
En los últimos meses Kiko ha enfrentado diversos problemas de salud. En una oportunidad fue intervenido a causa de una obstrucción en un conducto biliar por un cálculo.
Y en el mes de abril tuvo un contratiempo con la tensión luego de haber protagonizado una polémica con su expareja Makoke.
El colaborador de televisión tuvo que abandonar el plató de ‘Sálvame’ para ser atendido por el servicio médico de Mediaset, luego de que Makoke diera unas declaraciones sobre él.
Esta situación le ocasionó un ataque de ansiedad que le generó que se le subiera la tensión y tuviera ganas de vomitar.
Para Kiko es difícil manejar con calma estos problemas. En varias ocasiones ha comentado que está cansado de las traiciones y los escándalos.