Ana Soria se defiende tras abandonar a Enrique Ponce: "Nada de lo que han dicho es verdad"

La novia de Enrique Ponce se armó de valor y decidió apersonarse en la corrida de toros de Granada, pero abandonó la plaza antes de la última jornada.

La última experiencia de Ana Soria en la plaza de toros fue bastante traumática. En esa oportunidad, Ponce tuvo un percance cuando uno de los animales pudo darle una voltereta y sufrió una cogida, sin mayores percances.

Más de un mes después, la joven de 22 años intentó disfrutar nuevamente de la corrida y asistió a la plaza de Granada en compañía de un amigo. Pero aunque Enrique Ponce tuvo una buena tarde y sin accidentes, aparentemente ella la pasó muy mal, abandonando el lugar por la puerta de atrás.

Algunos testigos, así como ciertos miembros del personal de seguridad de la plaza, comentaron que la chica la había pasado mal por los abucheos y las críticas de los espectadores, quienes rechazaron su presencia por considerar que le falta el respeto a Paloma Cuevas, la ex de Ponce.

Además, los taurinos también argumentaron que el diestro se mostraba muy distraído y su desempeño no era el mismo de siempre.

Por otra parte, en dos oportunidades el personal de seguridad habría amonestado a Soria, por cuanto no estaba respetando las normas de distanciamiento físico. Según uno de ellos, la chica no se tomó nada bien esta situación.

"Estaba muy crecidita porque ella se sentía intocable por ser la novia de Enrique Ponce", fue la opinión de un miembro del equipo de seguridad.

EXPLICACIÓN DE SORIA

En esta oportunidad, y alejándose un poco de su discreto comportamiento, Ana decidió dar una explicación a sus acciones, desmintiendo todo lo que hasta ahora se ha dicho respecto a la tarde de toros.

“Ayer me fui de la plaza de toros de Granada porque me sentí mareada y decidí salirme. Todo lo demás es completamente inventado”, dijo Soria a través de sus historias de Instagram.

Ana también desmintió que la hubiesen abucheado o criticado en la plaza. Por el contrario, explicó que las personas la habían tratado con mucha cordialidad y cariño, lo cual agradeció, describiendo su tarde como “muy bonita”.