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Compañías, tierras y palacios: las propiedades que posee la Casa de Alba
La heredad de la fallecida Cayetana de Alba se traduce en tierras, palacios y empresas agrícolas que ascenderían a 2.800 millones de euros según ‘Forbes’.
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El nuevo duque, el titular de la Casa de Alba, Carlos Fitz-James, se ha erigido como el impulso necesario para refrescar las finanzas de la histórica familia cuyo vasto patrimonio consta de palacios, tierras y empresas agrícolas.
Al empresario le tocó llenar los zapatos que alguna vez calzó la fallecida Cayetana. Pero para el duque, no todo gira en torno a los negocios, pues la llegada al mundo de la nueva duquesa lo tiene muy contento.
Duque de Huescar, Carlos Fitz-James Stuart el 11 de febrero de 2013 en Madrid, España. | Foto: Getty Images
EL PATRIMONIO
Gran parte de los bienes inmobiliarios del clan son considerados patrimonio histórico, por lo cual muchos de sus castillos y torreones han sido cedidos a instituciones públicas a cambio de su preservación.
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El resto de la fortuna está comprometida entre la Fundación Casa de Alba y algunas empresas gestionadas por los hijos y nietos de Cayetana. Entre ellas está Euroexplotaciones Agrarias SA, a la que se suman otros emprendimientos particulares del duque.
Fernando Fitz-James Stuart y Sofia Palazuelo en su boda el 6 de octubre de 2018 en Madrid, España. | Foto: Getty Images
CON LAS PUERTAS ABIERTAS
A la extensa lista de propiedades se le agregan los tres palacios de los Alba: el de Dueñas en Sevilla, el de Liria en Madrid y el de Monterrey en Salamanca, manteniendo estos dos últimos la política de puertas abiertas.
Según datos ofrecidos a ‘Vanitatis’ por el Observatorio Turístico de Salamanca, el primer año de apertura del Palacio de Monterrey recibió 24.470 visitantes, demostrando la pertinencia de abrir sus palacios al público.
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Vista del Palacio de Liria, Madrid, 17 de marzo de 1959. | Foto: Getty Images
EL LEGADO DE CAYETANA
Desde la muerte de la ilustre Cayetana de Alba, finalizó la unidad con la que se manejaba el patrimonio familiar. Ahora cada hermano gestiona su parte de la herencia de forma independiente.
Pero el legado económico de la ilustre familia ha experimentado un incremento del 900% en la rentabilidad de sus operaciones. Este impulso se debe principalmente a la experiencia empresarial que ha cultivado Carlos Fitz-James.
Duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, en el Teatro El Canal el 9 de octubre de 2012 en Madrid, España. | Foto: Getty Images
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LOS ALBA DEL SIGLO XXI
Los afectos y la herencia de la mujer que ostentó el mayor número de títulos nobles se encuentra pulgada de la polémica que los ensombreció unos años atrás, para redimirse en el éxito económico.
Y es que el clan tan celosamente protegido por Cayetana de Alba tiene la mirada puesta sobre el futuro. De la mano de Carlos, está siendo guiada a un siglo XXI lleno de posibilidades y un próspero porvenir.
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