José Ángel Llamas: la vida del rompecorazones de las telenovelas que hoy se dedica a Dios

El actor mexicano José Ángel Llamas, estrella de telenovelas como 'Alma Indomable' y 'Prófugas del Destino', hoy tiene una vida muy diferente lejos de las cámaras.

José Ángel Llamas debutó en TV Azteca en los años noventa. Su primer gran éxito fue 'Nada Personal' (1996), que daría inicio a una larga década de fama como galán de telenovelas.

Fue en el medio artístico donde conoció a su mujer, Mara Croatto. Ambos actuaban en la misma tira, y de allí nació una bonita relación. En 2015, en un video que grabó como testimonio de fe para la iglesia que integra, contó la anécdota.

"La conocí en un set, y después empezamos a enamorarnos y terminamos casados y compartiendo la misma familia", relató.

Su carrera actoral lo llevó a la cima. Su rostro se hizo uno de los más conocidos de la ficción televisiva, y él recuerda que esa gloria mundana lo hizo sentirse poderoso e invencible.

Sin embargo, a nivel personal las cosas no andaban tan bien. Materialmente lo tenía todo, pero lo embargaba la angustia.

"El sueño de poder tener una esposa, una familia, una casa grande, un coche bonito... Y cuando tuve todo eso me di cuenta de que no estaba contento", reflexionó.

Entró en una espiral de malestar emocional que lo oprimía y no lo dejaba ser feliz. Su crisis personal afectó la relación con su esposa y con sus hijos, y el bienestar de su familia pasó a estar en riesgo.

"Me encontré sin sentido, sin deseo de vivir", confesó. "Nunca nadie me dijo que en esa carrera del éxito, cuando llegabas a la cima, no había nada".

Encontró un nuevo rumbo para su vida y pudo dar sentido a su existencia gracias a un amigo. Se llamaba Claudio, y era operador de luces en una telenovela en la que él actuaba.

Un día, Claudio fue al estudio con una camiseta que decía "Solo un hombre puede hacer la diferencia". En la espalda, completaba el mensaje: "Jesús".

Intrigado, José Ángel Llamas preguntó por el sentido de aquel mensaje. Paciente, su amigo llevó al día siguiente una Biblia para hablar con él sobre la fe cristiana.

Él intuyó que allí había algo esperándolo. De regreso a su casa, le contó todo a su mujer, y le propuso ir a la iglesia. Ella accedió.

Lo que pasó a continuación, él solo puede calificarlo como un "milagro". Sintió el llamado para él y su familia, y volvió a encontrar sentido para su vida, uno que iba más allá de lo material y de lo profesional.

"Nuestra vida cambió, un cambio del blanco al negro y del negro al blanco", recuerda.

Esta conversión al evangelismo se dio en 2010. A partir de entonces, José Ángel se retiró de la actuación. Ya no goza del reconocimiento que tenía en sus épocas de galán de telenovelas, pero es feliz.

Actualmente ha entregado su vida completa a Dios y a su familia. Se dedica a dar conferencias y charlas, y a predicar la palabra divina. Su vida, afirma, es mucho mejor que en la cima de su fama mundana.