María Patiño hace una amarga confesión: "He buscado la soledad y me he aislado de mucha gente"
A veces un solo evento hace explotar un cúmulo de emociones. Eso le ocurrió a la presentadora de ‘Socialité’ al ser reemplazada inesperadamente por Chelo.
Cuando García Cortés aceptó el reto que le fue propuesto en la sección ‘Quero dinero’, seguramente no pensó en la forma en que reaccionaria su compañera y amiga María Patiño.
Tras haber tenido una crisis en ‘Sábado Deluxe’ por las bromas que hizo el presentador, María llegó a sentir que no era respetada ni tomada en cuenta en Mediaset.
“El trabajo siempre ha sido mi tabla de salvación. Esta mañana me levanté y no quería venir a trabajar”, contó la colaboradora a Jorge Javier Vázquez.
Sin embargo, una conversación con Alberto Díaz, director del espacio, bastó para hacerla reflexionar sobre lo afortunada que era por tener un trabajo estable. Con más energía y mejor actitud, María analizó junto a Vázquez lo ocurrido el pasado sábado.
Aunque Patiño no se siente cómoda con la forma en que se manejó ese día mostrándose como un ser frágil y muy sensible, entiende que detrás de eso están muchas situaciones personales a las cuales no les ha dado la debida atención por su entrega al trabajo.
“No me siento sola, pero he buscado durante bastante tiempo la soledad y me he aislado de la gente porque no quería hablar”, dijo María.
SIN DINERO
Situaciones vividas en el pasado han tenido gran repercusión en la forma en que Patiño se entrega al trabajo. Y es que siente que quedarse sin empleo es lo peor que podría pasarle.
Para ilustrar un poco mejor su estado mental actual, María contó una situación que vivió muchos años atrás, cuando necesitó algo de ayuda económica de sus padres.
A pesar de que sus padres de inmediato respondieron a su solicitud, el enterarse de que para hacerlo habían pedido un préstamo marcó la vida de la joven periodista. A partir de ese momento, no tener dinero ha sido algo comparable a una pesadilla para Patiño.
De ahí nació su obsesión por trabajar en forma compulsiva, sin dejar espacio para dedicarse a su vida personal, acumulando problemas y tensiones que encontraron salida de la peor manera al sentir en riesgo su trabajo.