Joven de 26 años adopta a 14 niños que conoció en un orfanato en África
Ver la realidad que se vivía en algunos orfanatos de África hizo que esta joven inglesa cambiara sus planes de vida. Ahora cuida y protege tantos niños como le es posible.
Con apenas 18 años, Letty McMaster quiso viajar a África en 2013 al culminar la escuela secundaria. El plan era trabajar como voluntaria en un orfanato en Tanzania por un mes, antes de entrar a la universidad.
Pero nada la había preparado para la terrible realidad que se encontró. Niños hacinados sufriendo hambre, abusos físicos y psicológicos, y sin oportunidad de estudiar o superarse.
No recibían afecto o cuidados básicos. No había orientación para ellos. Tan solo eran una forma para que sus cuidadores consiguieran recursos de turistas, quienes les dejaban generosas donaciones para que se destinara a su educación.
“Vi el impacto terriblemente dañino que estaba teniendo en los niños y cómo estaba alimentando un ciclo continuo de abuso (...) Muchos orfanatos son así: todo es solo un plan para hacer dinero y una explotación de los niños”, expresó McMaster, según cita News Au.
Ante esta situación, Letty no pudo permanecer pasiva. Descartando por completo la idea de regresarse a su país, permaneció durante tres años en el orfanato, luchando por proteger a los chicos que hacían vida ahí.
Luego de múltiples denuncias, finalmente ese orfanato fue cerrado por el Ayuntamiento en 2016. Aunque algunos niños fueron reubicados y adoptados, hubo varios que no tuvieron la misma suerte. Comenzaba una nueva batalla para McMaster.
UN NUEVO HOGAR
Para Letty, era indispensable conseguir un permiso para abrir su propio hogar y darle albergue a los nueve niños que quedaron en la calle. Finalmente, su lucha tuvo éxito.
Logró fundar Street Children Iringa, una organización benéfica con registro en el Reino Unido. Además de los nueve niños, rescató a otros cinco que se encontraban en condiciones muy precarias en la calle.
Llena de voluntad, optimismo y mucho amor, Letty pudo darles un verdadero hogar a estos 14 chicos africanos. No solo encontraron un lugar estable donde vivir, alimentación saludable y suficiente para sus requerimientos y una cama donde descansar; también tuvieron la posibilidad de educarse por primera vez en sus vidas.
"Quería que tuvieran una vida familiar normal y la organización benéfica ha ayudado a pagar el hogar y los costos de los alimentos, así como las necesidades médicas y educativas", dijo Letty, según recoge Daily Mail.
Actualmente, McMaster sigue siendo muy joven, pero a sus 26 años es la tutora legal de un grupo de chicos que han logrado destacarse en deportes y estudios y tienen un verdadero futuro. Ella vive nueve meses del año con ellos y dedica tres a buscar los recursos para mantener la casa a flote y seguir ayudando a otros niños.