Karima Benyaich, la embajadora de Marruecos en España y la tragedia familiar que cambió su vida
En 2018, el rey Mohamed VI nombró a Karima Benyaich como embajadora de Marruecos en España, debido a su impecable trayectoria profesional. Karima se convirtió en la primera mujer en ocupar este cargo.
La confianza que tiene el rey hacia la embajadora viene avalada por una relación de amistad que une a sus familias desde hace años. Karima y sus hermanos se criaron junto a Mohamed VI.
Benyaich estudió en la Universidad de Montreal, donde obtuvo un máster en Ciencias Económicas.
La mayor parte de su carrera la ha desempeñado en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional de Marruecos.
También es conocida por ser una mujer que apoya a las asociaciones que se dedican a la protección de los niños y la promoción de las mujeres.
La dama de 57 años nació en Tetuán y habla perfectamente español, ya que es hija de la española Carmen Millán.
Carmen conoció en Granada a un estudiante de medicina que con el paso del tiempo se convirtió en el médico del rey Hasán II, padre del actual monarca de Marruecos.
Karima obtuvo la nacionalidad de su madre y tuvo que renunciar a ella provisionalmente, tras ser nombrada embajadora de España. La recuperará cuando deje el cargo.
Karima Benyaich, embajadora de Marruecos en España. | Foto: Getty Images
En 1971, una tragedia afectó a la familia de la embajadora. El padre de Karima murió en el golpe de Estado fallido que le hicieron a Hasán II.
El día de la tragedia se celebraba el cumpleaños del monarca y un grupo de militares armados llegaron al lugar de la reunión disparando con la intención de atacar tanto al rey, como al resto de los invitados.
Los militares querían derrocar la monarquía, ya que la consideraban corrupta. Buscaban establecer la república en Marruecos.
El rey marroquí Hassan II. | Foto: Getty Images
No lograron terminar con la vida del rey, pero sí con la de varias personas, entre las que se encontraba el padre de Karima.
Tras la muerte de Benyaich, Hasán II decidió encargarse de la educación de Karima y de sus hermanos, como si fueran sus propios hijos, creando así un vínculo muy especial entre ellos que su familia mantiene hasta la actualidad.