Un amor eterno: eran noviecitos en la infancia, se reencontraron tras 66 años y se casaron
Esta pareja de ancianos vivió un romance juvenil. Finalmente se reencontraron tras una vida separados y descubrieron que el amor seguía siendo el protagonista de su historia.
La historia de amor de Florence Harvay y Frederick Paul destila dulzura. Ambos crecieron en Wandsworth, Newfoundland, y comenzaron su romance en 1951.
A sus 16 años, Frederick empezó a frecuentar el hogar de Florence, quien recién cumplía los 13. Su relación floreció a lo largo de dos años, pero en un momento dado debieron separarse cuando él viajó hasta Nueva Escocia para llevar a su hermana al altar.
Por complicaciones de la vida y de la época, Frederick no pudo regresar a su ciudad natal por todo un año. Para ese momento, Florence había viajado a la escuela de verano. No volvieron a verse por décadas.
VIDAS SEPARADAS
Fred conoció a Helen en Ontario, y ella se convirtió en su esposa por los siguientes 60 años. Por su parte, Florence hizo su vida en Terranova al lado de Len, con quien se casó y tuvo una vida feliz por 57 años. Ambos tuvieron hijos.
A lo largo de esos años, la pareja tuvo un breve encuentro en una celebración, para la cual ambos regresaron a Wandorth en unión a sus familias.
DESPUÉS DE SAN VALENTÍN
Más de seis décadas después, ciertas circunstancias pusieron en las manos de Florence la posibilidad de contactar a Fred, cuando uno de los hermanos de él le dio su número tras encontrarse en un ancianato.
Pero la simple posibilidad de llamarlo intimidaba mucho a la anciana, quien había enviudado tres años atrás. Sin embargo, el día de San Valentín, Florence supo que la esposa de Fred había fallecido y sintió tal empatía por su situación que se animó a hacer esa llamada.
La comunicación entre ambos fluyó maravillosamente bien, a pesar de los años sin verse. Compartieron divertidos recuerdos de su vida juntos, vivencias de los años separados y muy pronto las llamadas se repitieron a diario.
Florence Harvay y Frederick Paul en la juventud. | Foto: Captura de Instagram/People
NOVIAZGO FUGAZ
Luego de cinco meses de charlas telefónicas, Florence, de 81 años, decidió darle una sorpresa a Fred. Viajó a la casa de uno de sus hijos que vive a unos 10 minutos del anciano, y al llegar lo llamó con la gran noticia.
Lo que no imaginó es que Fred saltaría de inmediato de la cama y buscaría la manera de verla esa misma noche. Convenció al hijo de Florence de que la llevara a su casa y finalmente tuvo lugar su verdadero reencuentro.
“Supe de inmediato que ella había recuperado mi corazón de nuevo”, dijo Frederick Paul, según recoge CBC.
Manos de ancianos con anillos de matrimonio. | Foto: Shutterstock
Después de visitarse cual noviecitos por algunos días, la pareja comenzó a hablar de matrimonio ante la sorpresa de sus hijos. Pero su argumento fue certero. Con más de 80 años, el tiempo apremia y ambos sabían lo que querían.
La boda se celebró en la intimidad de la familia el pasado 8 de agosto. "Nos encanta estar aquí juntos. Es una persona muy cariñosa, muy cariñosa. Y amo cada momento que paso con él", expresa Florence feliz.