10 errores a la hora de ducharse que pueden afectar la piel y el pelo, y cómo evitarlos
Te has estado duchando casi toda tu vida. ¿Quién hubiera pensado que bañarse puede dañar tu piel y cabello?
Tomar una ducha puede parecer lo más simple del mundo, pero hay formas en las que podrías estar haciéndolo mal. Puede que no te des cuenta, pero las equivocaciones que cometas en la regadera pueden tener efectos secundarios en tu pelo y en tu piel.
Si quieres seguir disfrutando tus duchas y aun así tener un cabello y piel saludables, aquí hay algunos errores que tal vez ni siquiera sepa que está cometiendo, y cómo solucionarlos, por supuesto.
Mujer con el pelo mojado después de una ducha. | Foto: Shutterstock
La Dra. Madhuri Agarwal, fundadora de la Clínica de Estética Yavana, ofreció algunos consejos para mejorar tus hábitos de ducha:
AGUA DEMASIADO CALIENTE
Las duchas calientes son deliciosas, sobre todo en invierno o después de un largo día de trabajo. Sin embargo, el agua caliente puede resecar la piel y quitarle la humedad necesaria. Opta por lavarte el pelo con agua tibia.
NO SEAS DURA CON TU PELO
Al momento de lavar tu cabellera, no la trates con demasiada dureza. Evita frotar con fuerza, ya que puedes hacer que tu pelo se encrespe.
Mujer lavándose el cabello. | Foto: Shutterstock
Madhuri Agarwal aconseja: “En su lugar, masajea el champú con las yemas de los dedos aplicando una ligera presión antes de enjuagarlo".
EL JABÓN CORRECTO
Muchas mujeres cometen el error de lavarse la cara con jabón corporal, sin saber que este producto ataca la delicada barrera cutánea del rostro. En vez de utilizar un jabón corporal, busca un limpiador facial para tu tipo de piel.
FRECUENCIA DE LAS DUCHAS
Bañarse con mucha frecuencia puede ser perjudicial para tu piel, ya que puede provocar sequedad y picazón, además de permitir la entrada de bacterias. Basta con ducharse unas pocas veces a la semana, a menos que estés sucia o sudada.
Mujer lavándose el hombro con jabón corporal. | Foto: Shutterstock
USA VARIAS TOALLAS
No seques tu cabello con la misma toalla que usas para el cuerpo, ya que las toallas estándar pueden ocasionar frizz y rotura. Procura secar tu pelo con una toalla de microfibra separada.
ENJUAGA BIEN
Es importante asegurarse de que todo el jabón y los productos para el cabello se enjuaguen por completo. Si no, el producto persistente puede provocar irritación de la piel y obstrucción de los poros, lo que puede provocar acné.
EL ACONDICIONADOR
“Se ha observado que omitir el acondicionador después del champú tiende a provocar más sequedad del cabello y, como resultado, más rotura. Es esencial acondicionar el pelo después de cada lavado con una fórmula adaptada a tu tipo de cabello", opina la dermatóloga.
Retrato de mujer mayor hermosa después de la ducha. | Foto: Shutterstock
HIDRATA TU PIEL
Otro error común es no hidratar la piel inmediatamente después de bañarte. El mejor momento para aplicarte crema humectante es tan pronto como termines de secarte, cuando todo tu cuerpo aún esté húmedo. Así la loción penetrará mejor en la piel.
LAVA TU PELO CON FRECUENCIA
Rod Anker, peluquero de celebridades, recomienda lavarse el cabello varias veces a la semana con un champú sin sulfatos:
“Lavarse el cabello con frecuencia es bueno porque mantiene la salud del cuero cabelludo, ya que si dejamos que se deposite mucho sudor en el cuero cabelludo este puede terminar causando más caída de pelo".
Mujer con toalla de baño en la cabeza haciendo la forma de símbolo del corazón con las manos. | Foto: Shutterstock
NO VALES DEMASIADO TU CARA
Solo debes lavarte el rostro dos o tres veces al día, cuando esté grasosa o sucia. Si lavas tu cara con demasiada frecuencia, eliminarás los aceites naturales que tu piel necesita.
La información contenida en este artículo en AmoMama.es no se desea ni sugiere que sea un sustituto de consejos, diagnósticos o tratamientos médicos profesionales. Todo el contenido, incluyendo texto, e imágenes contenidas en, o disponibles a través de este AmoMama.es es para propósitos de información general exclusivamente. AmoMama.es no asume la responsabilidad de ninguna acción que sea tomada como resultado de leer este artículo. Antes de proceder con cualquier tipo de tratamiento, por favor consulte a su proveedor de salud.