Le robaron a su hijo en Colombia y 32 años después lo encontró en Noruega
El actor colombiano Juan Jiménez emprendió la búsqueda de su hermano, quien fue hurtado a los tres años en Colombia, hasta que logró hallarlo en Noruega.
Ana Jiménez tenía 22 años cuando su hijo menor fue hurtado de la puerta de su casa por un compañero de trabajo de su pareja.
El hombre le confesaría años más tarde que su marido, quien era sargento de la Policía, le había pedido que se llevara al menor.
Su hermano Juan, dos años mayor, vio desde la ventana cuando aquel hombre se llevaba a Jhonatan con la excusa de comprarle dulces.
Ana estaba atendiendo una visita y se percató de la ausencia de su hijo una hora más tarde. Lo buscó por todos los rincones de la casa y del barrio.
No puso la denuncia porque Jhonatan había nacido en la casa y no tenía registro civil. Además, sentía miedo por su pareja, quien era 30 años mayor y la maltrataba.
El día que el hombre que raptó al niño se apareció en la casa de los Jiménez para decir que se había llevado a Jhonatan, Juan, de entonces 12 años, escuchó la conversación.
El sujeto dijo que Jhonatan estaba en Estados Unidos con una familia adinerada y mucho mejor de lo que estaría con Ana.
Desde ese día, Juan se planteó buscar a su hermano. No lo hizo de inmediato, sino 12 años más tarde cuando empezó a estudiar artes escénicas.
De pronto su carrera como actor empezó a despegar y pudo irse a los Estados Unidos. Allí no supo por dónde empezar hasta que conoció el código de vida del actor de Hollywood, Denzel Whasington.
El actor, quien no ha sucumbido a los excesos de la fama en el mundo del cine, dijo en una entrevista que su código para la vida era leer la Biblia todos los días.
Juan empezó a leerla a diario también, a practicar la fe y hacer que las cosas sucedieran. Poco después, encontró una pista del hombre que raptó a su hermano.
El sujeto había muerto, pero Juan logró entrevistar a la familia. Ellos le proporcionaron unos pocos datos. Sin embargo, el acontecimiento definitivo vino de donde menos lo esperaba.
Un día le llegó un correo electrónico donde indicaban que estaban regalando algunos kits de ADN a personas alrededor del mundo que estuvieran buscando familiares.
"Ahora solo vas a esperar porque en cualquier parte del mundo donde él esté, él se va a hacer la prueba en la misma compañía", le decía una voz, que él atribuye a Dios.
Un año y medio más tarde, recibió un correo de un hombre llamado Jhon, de 34 años, residente de Noruega. Le dijo que había sido encontrado tirado en la calle y llevado a un orfanato a Colombia.
Allí lo encontraron sus padres adoptivos. La prueba de ADN que se realizó en su país decía que podían ser familiares.
Juan pensó que sería un familiar de su padre, a quien nunca conoció. Sin embargo, a medida que conversaban e intercambiaban fotos se dieron cuenta de que eran hermanos.
El actor colombiano viajó a Noruega y protagonizó un emotivo reencuentro con su hermano, 32 años después de haberlo perdido de vista.
En enero de 2020, Jhonatan viajó a Colombia para conocer a Ana. Su recibimiento fue con chiva, bombas y alfombra roja que lo conducía a la misma calle y a la misma casa donde se lo robaron.
Allí lo esperaba Ana, su madre, quien lo abrazó y le despejó todas las preguntas que había tenido en su vida. Incluso, aquella duda que lo acompañó al crecer pensando que sus padres lo habían tirado a la calle.
Jhonatan volvió a Colombia en marzo y se quedó en el país por la pandemia. Aprovechó para estudiar español y hablar el mismo idioma de su mamá.
El 28 de noviembre, la familia le celebró todos los cumpleaños que no pudieron compartir. Entre mariachis, piñata, 29 pasteles y 29 regalos, los Jiménez volvieron a sonreír juntos y le dijeron adiós al dolor de tantos años.
Jhonatan está feliz de haber encontrado a su familia biológica y Juan satisfecho de dar testimonio de la fe que consiguió encontrar a su hermano entre los millones de seres humanos que hay en el mundo.