Un granjero encuentra a cuatro niñas y una bebé abandonadas y hambrientas en la frontera
El horror de dejar a niños en la frontera bajo condiciones extremas en las que difícilmente pueden sobrevivir se está repitiendo con frecuencia. Estas cinco niñitas tuvieron suerte.
La mañana del domingo 9 de mayo, el granjero Jimmy Hobbs hacía un recorrido matutino por su granja en Texas. Alrededor de las 8:30 am, al pasar cerca del río, algo llamó su atención y se detuvo sin creer lo que veían sus ojos.
Un grupo de cinco niñas muy pequeñas y hambrientas se encontraban a la orilla del río. Unas dormitaban y otras lloraban. Una de ellas gateaba. Ningún adulto las acompañaba.
DESGARRADORA REALIDAD
El angustiado hombre de 75 años se comunicó de inmediato con la Patrulla Fronteriza y con el alguacil de Quemado, cerca de Río Grande. Luego trasladó a las niñas a una zona bajo la sombra y les dio algo de comida y agua.
“No creo que lo hubieran logrado si no las hubiera encontrado, porque ayer la temperatura subió a casi 40 °C”, expresó Jimmy con tristeza, según recoge NY Post.
Las niñas tenían los números telefónicos de sus familiares en Estados Unidos en alguna parte de sus cuerpos. La más pequeñita lo llevaba en su pañal.
Un agente del condado de Maverick informó que tres de las niñas son hondureñas y tienen 7, 3 y 2 años. Las otras dos niñas son de Guatemala y sus edades son 5 años y 11 meses.
“Es desgarrador encontrar niños tan pequeños que se las arreglan solos en medio de la nada”, dijo el agente policial Austin Skero.
Afortunadamente, las niñas no presentaban problemas de salud, por lo que fueron llevadas a la estación de Uvalde. Una vez procesadas apropiadamente, estarán bajo la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Frontera entre Estados Unidos y México. | Foto: Shutterstock
¿CRUZAN SOLOS?
La situación de los niños indefensos que cruzan solos la frontera de los Estados Unidos se está repitiendo con una frecuencia cada vez mayor. Parece no haber consciencia del peligro al que los exponen al abandonarlos a su suerte.
Algunas de estas criaturas estaban en sus países natales al cuidado de algunos familiares mientras sus padres emigraban. Una vez que ellos logran alguna estabilidad laboral y/o económica, piden que les manden a sus hijos.
Para esto, pagan a los llamados coyotes, quienes se limitan a arrojar a los pequeños al otro lado de la frontera. Anotan los datos de los familiares en tierra estadounidense en el cuerpo de los niños para que quien los consiga, los llame. Pero no todos tienen la suerte de estas cinco niñas.