Casi 500 euros por hora: el tremendo costo de la búsqueda de las niñas de Tenerife
Para la búsqueda de Anna y Olivia Gimeno, desaparecidas hace más de un mes, no se escatiman gastos. Hace más de un mes que su madre espera noticias de sus pequeñas hijas.
Desde hace algunos días, el buque Ángeles Alvariño se encuentra destinado las 24 horas a la búsqueda incansable en el lecho marino. Rastrilla el área en la que se obtuvo por última vez algún dato del paradero de Tomás Gimeno, padre de las niñas. Él desapareció junto a sus hijitas de 6 y 1 año, tras anunciar el secuestro a la madre.
Buque Ángeles Alvariño. | Foto: Shutterstock
Las autoridades españolas han desplegado todas las herramientas con las que cuentan para dar con el paradero de las pequeñas. Ahora, concentran sus esfuerzos en la posibilidad de encontrar indicios en el fondo del mar, donde esperan hallar indicios de los Gimeno como los petates que faltaban en el barco al momento de su aparición.
El buque destinado a la tarea es una embarcación especializada en la investigación oceanográfica, que tiene base operativa en Vigo. Posee complejos equipamientos para rastrear objetos en el fondo del mar.
Alrededor de 25 personas trabajan a bordo de la embarcación. El rastreo es lento, dada la complejidad de conseguir imágenes del lecho marino a gran profundidad, pero el equipo es capaz de descubrir objetos de hasta 3 centímetros a miles de metros bajo el agua.
Se trata de la primera vez que esta embarcación se destina a la búsqueda de personas. El Ángeles Alvariño habitualmente se destina a tareas de investigación científica. Puedes enterarte más sobre su funcionamiento y sobre el caso en esta nota de AmoMama.
Lecho marino. | Foto: Pixabay
El costo de realizar esta operación es muy elevado: asciende a 10.000 euros al día, lo que equivale a una suma cercana a los 500 euros por hora de búsqueda. Pero lo importante ahora no es el gasto, sino dar con las niñas, y el estado español no escatima en estas circunstancias.
Cada objeto extraño encontrado por el sónar hace contener el aliento ante la posibilidad de un indicio. Hasta ahora, sin embargo, no han sido sino falsas alarmas, y lo último en surgir del lecho marino ha sido una bolsa de basura no relacionada con el caso.