logo
página principalNoticiasPersonas
Getty Images
Getty Images

Un hombre la encerró por 18 años y tuvo 2 hijas con ella: la historia del secuestro más largo de USA

Vanessa Guzmán
13 jun 2021
23:20

Para aquella niña era un tranquilo día de escuela. Nunca imaginó que mientras esperaba el transporte escolar su vida cambiaría para siempre.

Publicidad

Jaycee Lee Dugard tenía 11 años cuando fue secuestrada en 1991. Regresó a su casa 18 años más tarde y con dos hijas a su lado. El hecho ocurrió en South Lake Tahoe, California.

La protagonista del secuestro más largo de USA empezaba el quinto grado cuando un auto gris se le acercó. Fue sometida con una pistola paralizante y de esa forma la subieron al vehículo donde viajaba una pareja.

Publicidad

ADIÓS A SU INOCENCIA

La inocencia y el mundo infantil de Jaycee se esfumó en segundos. Ella creyó que aquel hombre y su mujer estaban perdidos y solo quería pedirle una dirección.

Al recibir la descarga eléctrica quedó aturdida. Sin saber lo que ocurría dio algunos pasos tambaleándose hasta caer sobre las piñas de unos pinos en el suelo. Eso es algo que recuerda. Se le habían incrustado en el cuerpo.

Sus captores la subieron en el asiento trasero del auto y junto a ella se subió la mujer para tenerla sometida en el piso. El secuestro se perpetró muy cerca de la parada del colectivo escolar. Algunos chicos fueron testigos de lo que ocurrió.

COMENZÓ LA INVESTIGACIÓN

Una vez denunciado el secuestro, la investigación sobre el caso comenzó. Como Jaycee no era muy cercana a su padrastro, el hombre se convirtió en blanco de la policía. Su padre biológico, Ken Slayton, también fue un sospechoso inicial.

Ambos quedaron descartados al pasar las pruebas con el detector de mentira, por lo que la policía seguía con las manos vacías. Tener detalles del auto y la especificación de los que vestía la niña no fue de mucha ayuda.

Publicidad

Las calles de Meyer, al sur de Lake Tahoe se llenaron con carteles que tenían impresa la cara de la niña. Las autoridades no sabían por dónde empezar y el caso parecía estancado.

El autor del crimen, Phillip Garrido, estaba a un poco más de dos horas del pueblo. Tenía historial policial por violación y secuestro. Las pesquisas no se llevaron a cabo de manera efectiva y por eso no dieron con el paradero de la pequeña.

Aunque por sus antecedentes debía ser monitoreado con una tobillera con GPS y visitado periódicamente por oficiales, no se cumplió con los debidos controles. Eso fue parte de la causa de lo que le ocurrió a Jaycee.

NO FUE PUESTO EN EL RADAR

Ningún policía involucrado en la investigación del secuestro de Dugard puso a Phillip en el radar. Nada los llevó a pensar en el convicto con extenso historial de pedofilia.

El tiempo fue pasando y la investigación seguía sin resultados. Pero la familia de la niña nunca perdió las esperanzas.

Bajo cautiverio de la pareja, la niña no sabía qué hacer. Nancy, la mujer del criminal, buscaba satisfacer las perversiones de su esposo. Ella se convirtió en su cómplice al ayudarlo a conseguir sus víctimas.

Publicidad

Para el momento del secuestro de Jaycee, Garrido tenía 40 años. Durante el recorrido hasta Antioch, lugar a donde fue llevada, la niña manifestó que sus padres no tenían dinero para pagar un rescate.

LA PESADILLA

Al bajarse del auto, Phillip le tapó la cabeza para que no viera nada a su alrededor. Una vez dentro de la casa, él la presionó para que hiciera cosas en contra de su voluntad.

La niña fue encerrada en un espacio aislado del ruido. La primera noche contuvo el llanto porque no podía secarse las lágrimas estando esposada.

Completamente sola, lograba escuchar a lo lejos un tren y aviones pasar. Días después Garrido la llevó a una habitación con una cama. Le volvió a poner las esposas, sometiéndola a la cabecera.

Frecuentemente la violaba. Además, le contaba historias disparatadas, le llevaba malteadas y comida rápida. Él era quien la llevaba al baño.

Jaycee no sabía lo que era un abuso sexual. Nunca había escuchado algo sobre el tema. Sin embargo, su realidad estaba llena de abusos y violaciones. Su vida pasó a ser una espantosa existencia.

Publicidad

SALVANDO A DESCONOCIDAS

El tiempo iba pasando y nada cambiaba. Llegó a pensar que nadie se acordaba de ella. Que su familia, seguro la había dejado de buscar.

Jaycee se convirtió de alguna forma en la salvadora de jóvenes desconocidas. Garrido la mudó a un espacio más grande. Le dijo que si ella lo ayudaba en sus problemas sexuales no tendría que buscar a otras chicas.

A través de una serie de televisión, uno de los pocos programas que podía ver, aprendió lo que era un parto y criar un bebé. Nunca imaginó que ese conocimiento sería vital para su futuro.

El día que le dijeron que estaba embarazada le dieron comida casera, también la dejaron variar la programación que veía en el televisor. Fue el domingo de pascua de 1994 cuando se enteró que sería madre.

Parió a su primogénita sin ayuda de nadie. Pasó horas de dolor en las que tuvo que poner en práctica lo que aprendió en la serie televisiva. Se convirtió en madre el 18 de agosto de 1994 a los 14 años.

Ángel fue el nombre que Jaycee le puso a su hija. En ese momento sintió que no volvería a estar sola. Tenía la obligación de cuidar a otra persona. Eso mantuvo su equilibrio emocional.

Publicidad

Tres años más tarde, el 13 de noviembre de 1997 nació su segunda hija. Starlet fue el nombre que eligió.

A CARGO DE NANCY

Phillip volvió a la cárcel por violar la libertad condicional. Jaycee seguía bajo su cautiverio, pero quedó bajo la supervisión de Nancy.

La esposa del Garrido había comenzado a sentir celos por la joven y sus dos hijas. Ellas recibían la atención que ella quería de su marido.

Para calmar los celos de su alocada mujer le vendió la idea de que Jaycee la llamara mamá, al igual que las dos niñas de la secuestrada. Fascinada con la historia y fingiendo ser una familia feliz, la madre de Ángel y Starlet se esforzaba por caerle bien.

NINGUNA ATENCIÓN

Durante el tiempo que pasó secuestrada nunca fue llevada a un médico ni un dentista, mucho menos sus hijas. Jamás le permitieron estar en el jardín y disfrutar del Sol.

Pero Garrido se volvió un poco más flexible cuando las niñas nacieron. Los abusos disminuyeron y les permitió que pasearan por el patio trasero. Previamente lo había techado y cercado para que los vecinos no pudieran ver nada.

Publicidad

Phillip sintió que tenía una cárcel segura para Jaycee y adquirió más confianza en ella. Hasta organizó paseos familiares en el exterior de la casa. Pensó que nadie la reconocería.

ATENDÍA A LOS CLIENTES

Phillip emprendió un negocio de imprenta y fotocopias. Puso a cargo del diseño de las tarjetas a Jaycee, quien además atendía a los clientes por teléfonos y contaba con una computadora con Internet.

El 24 de agosto de 2009, Garrido salió con Ángel y Starlet. Fue hasta el campus de la Universidad de California y habló con la gerente de eventos Lisa Campbell. Le manifestó que haría una actividad inmensa llamada ‘El deseo de Dios’.

Le dijo que contaría con la participación del gobierno y que sería algo muy grande. La trabajadora vio algo extraño en su discurso y en comportamiento de las niñas. Prefirió seguirle la corriente y le pidió que volviera al día siguiente para coordinar mejor el evento.

Publicidad

La gerente le pidió a la policía del campus que lo investigaran y de inmediato descubrieron que era un abusador infantil bajo libertad provisional.

Como lo habían acordado, Garrido acudió a la cita pautada. En medio de su conversación desorganizada, la trabajadora universitaria les hacía preguntas discretas a las niñas. Ante su comportamiento y respuesta, decidió llamar al oficial de libertad condicional.

Aquella llamada desde el campus universitario levantó las alarmas. Phillip fue citado a la comisaría, pero no se alarmó mucho. Fue con Nancy, Jaycee, Angel y Starlet.

Durante el interrogatorio Garrido habló del secuestro de una menor. Eso desconcertó a los policías, por lo que hablaron de forma individual con las chicas.

Curiosamente, Jaycee dijo su nombre verdadero y no Alyssa, apodo adoptado durante su tiempo en cautiverio.

Un poco confundidos, los policías le pidieron que repitiera su nombre y ella no pudo. Pero pidió papel y lápiz y escribió Jaycee Dugard.

Al menos 60 veces fue visitado Garrido por los agentes de control penitenciario, pero nunca llegaron a revisar la casa.

Publicidad

LLAMÓ A SU MAMÁ

Jaycee llamó a su mamá 18 años después de haber desaparecido. El miércoles 26 de agosto de 2009 escuchó la voz de la mujer que la trajo al mundo.

“No es gracioso. No me hagas esto”, decía la mujer mientras la mamá de Ángel y Starlet le repetía que era su hija.

Jaycee no hubiera tenido que pasar por tantas penurias si los agentes policiales hubieran sido un poco más eficientes.

Regresó a casa con 29 años y dos hijas. Fue la policía de Concord la que ejecutó el rescate. Llevó a juicio al estado de California en 2010 por el mal desempeño de las autoridades y fue indemnizada con 20 millones de dólares.

Phillip fue encerrado al igual que la esta miss mexicana que enfrentará varios años tras las rejas luego de ser acusada de secuestro. AmoMama tiene los detalles aquí.

Publicidad
Publicidad
info

AmoMama.es no promueve ni apoya violencia, autolesiones o conducta abusiva de ningún tipo. Creamos consciencia sobre estos problemas para ayudar a víctimas potenciales a buscar consejo profesional y prevenir que alguien más salga herido. AmoMama.es habla en contra de lo anteriormente mencionado y AmoMama.es promueve una sana discusión de las instancias de violencia, abuso, explotación sexual y crueldad animal que beneficie a las víctimas. También alentamos a todos a reportar cualquier incidente criminal del que sean testigos en la brevedad de lo posible.

Publicaciones similares