Quién era Ángeles Alvariño: la mujer que dio nombre al buque que busca a las niñas de Tenerife
Recordando a la eminente científica española que inspiró el nombre de la embarcación oceanográfica que ha dominado los titulares últimamente.
El buque "Ángeles Alvariño" ha estado en el centro del caso de las niñas desaparecidas en Tenerife. Te contamos cómo el buque tenía previsto parar la búsqueda, y cómo la madre de las niñas suplicó que se extendiera el plazo.
Se ha hablado mucho sobre este navío, pero es muy poco lo que se ha dicho sobre la impresionante mujer que inspiró su nombre. El día de hoy, te traemos su historia.
María de los Ángeles Alvariño nació en Galicia en octubre de 1916. Desde temprana edad mostró interés por la ciencia, y frecuentemente leía los libros de zoología de su padre.
Estudió en el liceo Concepción Arenal de Ferrol. En 1931, a los 15 años de edad, ingresó en la Universidad de Santiago de Compostela. Se graduó summa cum laud menos de dos años después.
En 1934 comenzó a estudiar Ciencias Naturales en la Universidad Complutense de Madrid, pero la guerra civil frustró sus estudios. Decidió entonces aprender francés e inglés, lo cual le permitió recorrer el mundo como investigadora.
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Se casó en 1940 con Eugenio Leira Manso, y tuvieron una hija en 1942. Hoy en día, María de los Ángeles Leira Alvariño es una destacada arquitecta y urbanista en los Estados Unidos.
Buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño'. | Foto: Shutterstock
En los 50, Alvariño recibió una beca para realizar investigaciones oceanográficas en Massachussetts. El puesto la llevó a ser recomendada al prestigioso instituto Scripps de la Universidad de California La Jolla.
Pasó allí más de una década estudiando el zooplancton, y descubrió docenas de nuevas especies marinas. También creó uno de los primeros modelos de distribución mundial de inusuales criaturas marinas.
Siguió estudiante la vida marina por décadas. Estudió las aguas oceánicas de Latinoamérica, la Antártida, y el océano Pacífico. Indagó los efectos de la contaminación y el tráfico comercial marino en el zooplancton y otras especies.
Se retiró en 1993, pero siguió sus investigaciones hasta el final de sus días. También dedicó tiempo a preservar registros históricos de los primeros científicos oceanográficos.