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Así fue el día más feliz de Mila Ximénez y su reencuentro con Manolo Santana en la boda de Alba

Guadalupe Campos
27 jun 2021
08:20

La hija de Mila Ximénez, Alba, se casó hace quince años en Marbella. La felicidad de la periodista fue tal que ni el tenso reencuentro con su exmarido pudo opacarla.

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El último año de la vida de Mila Ximénez ha sido muy duro. Desde que se le diagnosticó el cáncer de pulmón que habría de terminar con su vida, vivió una difícil batalla contra la enfermedad.

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En todo este período, su hija Alba fue uno de sus principales apoyos. Siempre que le fue posible, viajó desde Ámsterdam, donde vive, para estar a su lado en este difícil trance. Madre e hija, pese a las distancias, siempre se han querido. Y un día muy especial para la periodista fue aquel en el que vio a su hija vestida de novia.

Alba se casó el 16 de junio de 2006 en Marbella con el economista Aviv Miron, con quien hoy en día tiene una bella familia. Son padres de dos hijos, Alexander, y Victoria.

La boda se efectuó primero por civil, en los juzgados. Horas más tarde se llevó a cabo la ceremonia religiosa, que tuvo por escenario un bello hotel marbellí.

Se trató de una boda por el ceremonial judío, religión que profesaba el novio. Y fue un día muy especial para toda la familia. Alba vistió un vestido de Victorio y Lucchino, con escote en V. Le sentaba muy bien, y Mila no dejó de hacerlo notar.

"Está muy guapa", dijo, según recoge ¡Hola! "Y ha elegido a un chico, a un hombre fantástico", agregó sobre su yerno.

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El reencuentro con su exmarido Manolo Santana no podía ser menos que tenso. Ni la alegría de la situación podía evitar que lo fuera. Sin embargo, las rispideces pasadas no pudieron opacar lo que era un día de festejo y centrado en la felicidad de Alba, su hija en común.

Manolo y Mila se habían casado en 1983, y por todo lo alto: a su boda acudieron hasta personajes de la política y la nobleza. Pero ese matrimonio no habría de durar: apenas tres años más tarde, los jóvenes esposos anunciaron su divorcio.

Desde allí, los conflictos entre ambos llegaron a la prensa más de una vez. No fue una ruptura bonita, y lo que sobrevino tras ella todavía menos. El amor por Alba, sin embargo, permaneció intacto. Y la joven siempre le manifestó su apoyo y amor a su madre.

Y tú, ¿eres de las personas que lloran en las bodas, o el tuyo es un ánimo de fiesta? ¡Cuéntanos en los comentarios!

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