Resuelven caso abierto tras más de 58 años: los investigadores recibieron pista en Facebook
La perseverancia de los diversos funcionarios de la Oficina del Sheriff del Condado de Jackson, que trabajaron a lo largo de 58 años, ha permitido resolver un antiguo caso.
Para Roy E. Rogers, la mañana de aquel 11 de julio de 1963 no tenía nada especial, pero no la olvidaría el resto de su vida. Se preparaba para disfrutar de un día de pesca en el embalse Keene Creek.
Con su caña de pescar enganchó un pesado bulto y en su interior reposaba el cuerpo sin vida de un niño pequeño. Sigue leyendo en AmoMama esta increíble historia.
ENVUELTO EN SU MANTA
El cadáver del niño estaba completamente vestido; sus pies aún tenían los zapatos y había sido envuelto con gran cuidado con una manta hecha con retazos. La persona que preparó el cuerpo parecía tener una conexión amorosa con él.
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Se utilizaron hilos de alambre para apretar el cuerpo a la manta y piezas de hierro para darle peso y evitar que flotara. Aun así, el bebé se negó a permanecer en esa tumba de agua.
La necropsia no logró determinar la causa de la muerte. Se estableció que tenía aproximadamente dos años y que tenía síndrome de Down. El niño fue sepultado en Hillcrest Memorial Park bajo la inscripción "Baby Doe, conocido solo por Dios".
CASOS VIEJOS
Sin más pistas, el caso se enfrió por casi 45 años, hasta que el sargento detective Colin Fagan se encontró en 2007 con 11 cajas llenas de casos viejos. Entre ellos, el del niño no identificado.
Un año después, lograron exhumar el cuerpo del niño y tomar una muestra de ADN de su fémur, y al introducirla en el Sistema de Índice de ADN Combinado (CODIS) no hubo ninguna coincidencia.
En 2010, el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) creó una imagen del rostro del bebé, utilizando su ADN. Pero la gran oportunidad de avanzar en el caso ocurrió en diciembre de 2020.
IDENTIFICACIÓN POSITIVA
La Oficina del Sheriff del condado de Jackson recibió una pista en su correo de Facebook. Aunque no hay descripción de ella, un nuevo grupo de investigadores envió la muestra de ADN del niño a Parabon NanoLabs.
Este laboratorio buscó coincidencias genéticas en GEDMatch, y se encontró a dos hermanos potenciales del niño no identificado. Uno de ellos recordaba haber tenido un hermano con síndrome de Down en Nuevo México, que luego desapareció.
Un certificado de nacimiento finalmente confirmó que el niño llevaba por nombre Stevie Crawford, y había nacido en Nuevo México el 2 de octubre de 1960.
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Según recoge la fuente Koin, algunos de los familiares del bebé comentaron a los detectives que la madre del niño regresó un día y les dijo que ya no tendrían que preocuparse por Stevie.
Los miembros de la familia del niño planean devolver sus restos a Nuevo México para ser enterrados en una parcela familiar 58 años después. Y ahora la lápida llevará su nombre.