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Mujer cae 18 metros por un escarpado acantilado y sobrevive de milagro

Sufrió varias lesiones debido a su accidente. Afortunadamente se salvó y desde entonces no ha caminado por el sendero donde resbaló.

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En junio de 2020, Rebekah Crawford resbaló por un acantilado cuando se encontraba caminando por la costa junto a su familia cerca de Lamorna Cove en Cornualles, Inglaterra.

La mujer de 37 años caminaba por un camino estrecho cuando su tobillo izquierdo se torció y cayó por el barranco. Sufrió heridas graves y pasó cinco días en el hospital. AmoMama te trae los detalles de su historia abajo.

Carretera a la orilla de un barranco en la costa. | Foto: Pixabay

Carretera a la orilla de un barranco en la costa. | Foto: Pixabay

RELATO DE SU ACCIDENTE

Rebekah contó que su cabeza golpeó una roca y sintió un fuerte dolor. Explicó que nunca había sentido algo así. “Me atravesó todo el cuerpo. En ese momento, no me di cuenta de que en realidad había caído 18 metros por el acantilado”, dijo.

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La mujer relató que en aquel momento escuchó a su hermana gritar. Tras comunicarse con emergencias, la ambulancia aérea llegó a la escena.

Debido a los escarpados acantilados y al terreno suelto, el helicóptero tuvo que aterrizar en una colina a cierta distancia. Los paramédicos de cuidados intensivos hicieron el resto del viaje a pie con todo su equipo médico.

LABOR DE LOS RESCATISTAS

A ellos se les unió el Equipo de Rescate de Guardacostas de Land's End y un médico. El paramédico de cuidados intensivos, Pete Storer, dijo que aquella era una de las áreas más peligrosas en las que había trabajado.

“Solo había espacio para cuatro personas, estábamos confinados a una pequeña repisa suspendida precariamente sobre una gran caída de más de 30 sobre rocas”, relató.

Cuando llegaron a donde estaba Rebekah, notaron que estaba sufriendo mucho. Sospecharon que tenía una lesión en la columna y estaban preocupados por una hemorragia interna debido a la gran caída.

El equipo de rescate sabía que un cabrestante aéreo era la única forma de sacarla del acantilado de manera segura.

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Helicóptero de rescate sobrevolando un risco. | Foto: Pixabay

Helicóptero de rescate sobrevolando un risco. | Foto: Pixabay

SE SALVÓ DE MILAGRO

La tripulación del helicóptero de los guardacostas sacó a la mujer del lugar y la trasladó al Hospital Real de Cornualles. Allí, le realizaron una tomografía computarizada que reveló una lesión en la cabeza. Afortunadamente no había sangrado.

Sufrió seis fracturas lumbares, pero tuvo la suerte de no necesitar cirugía. Rebekah está muy agradecida a Dios y a la tripulación. “Les debo mi vida”, dijo.

La mujer luego fue trasladada al hospital donde trabaja como fisioterapeuta. Allí pasó cinco días. Luego tuvo que caminar con un armazón y muletas durante varias semanas. Regresó al trabajo en septiembre del año pasado.

Desde su incidente, Rebekah no ha caminado por el sendero de la costa. “Fue una de las cosas más aterradoras que me ha pasado, pero también puso la vida en perspectiva”, agregó.

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