Abuela de 86 años encendió una vela para que su nieto tenga suerte en un examen y perdió todo
Teresita es una abuela argentina de 86 años. Un gesto de fe y amor hacia un nieto se convirtió para ella en una horrible pesadilla: lo perdió todo.
Hace más de seis décadas y media, Teresita, que por entonces tenía 20 años, levantó con su marido su casa en la localidad argentina de Gualeguaychú, Entre Ríos. Allí, entre esos muros fruto del esfuerzo de ambos, criaron a sus ocho hijos, y llenaron el espacio de amor y recuerdos.
"Cuando murió mi abuelo, ella decidió seguir viviendo ahí, en esa casa que tanto amor le dio", contó Magalí, una de sus nietas.
Un mes atrás, esta anciana encendió una vela. Uno de sus nietos tenía que rendir un examen, y así elevaba ella su plegaria para que le fuera bien. Pero ocurrió lo impensado.
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Antes de irse a dormir fue a controlar que todo fuera bien: la vela casi se había consumido, y parecía a punto de apagarse. La dejó entonces así y se fue a dormir.
Pero las apariencias engañan, y lo que parecía una llamita moribunda terminó siendo su peor desgracia. Y sobrevino la tragedia.
La despertó la luz en mitad de la noche. Y al despertar, en la vigilia la esperaba la pesadilla: su casa estaba en llamas.
Apenas tuvo tiempo para encontrar sus llaves y salir a pedir socorro a la calle. Sus vecinos fueron quienes llamaron a los bomberos, y llegaron cinco autobombas para controlar el incendio.
De su casita no quedó casi nada: cenizas, escombros y destrucción fueron el resultado de un fuego rápido, intenso y avasallante, que arrasó con sus pertenencias, fotos y recuerdos.
Ahora, de momento está viviendo en la casa de su nieta Magalí. Sus familiares están recaudando fondos mediante donaciones y se han puesto a vender pasteles y pastas: quieren juntar el dinero necesario para reconstruir, al menos parcialmente, la casa.