Quedó tetrapléjica en su despedida de soltera y 11 años de amor después renovaron sus votos
Rachelle Friedman Chapman quedó paralizada tras un accidente en su despedida de soltera en 2010. Ahora, 11 años después, ha renovado sus votos matrimoniales y desafía los estereotipos.
La vida de esta mujer cambió por completo luego de que una amiga la empujara, en broma, hacía una piscina vacía. Producto del impacto que sufrió al caer, Rachelle quedó tetrapléjica.
Después de esto, sus prioridades cambiaron. Ella y su pareja aplazaron su boda hasta que Rachelle estuviese lo suficientemente fuerte para acudir a la ceremonia.
Contrario a lo que muchos pudieron pensar, su prometido, Christopher Chapman, permaneció a su lado durante todo su proceso de rehabilitación.
Finalmente, unieron sus vidas en matrimonio, y según Rachelle, lo hicieron para “demostrar al mundo que el amor verdadero existía”.
Tras una década juntos, los esposos renovaron sus votos, pero esta vez quisieron demostrar que sí se pueden romper los estereotipos.
"La gente asume automáticamente que él me dejó, ahora que no estamos en el foco de los medios de comunicación como cuando nos casamos", dijo Friedman con relación a su marido.
En esta ocasión, la ceremonia tuvo una invitada especial, su hija Kaylee, de 6 años. La pequeña llegó a sus vidas en 2015, a través de un vientre de alquiler.
La primogénita de la pareja se convirtió en la niña de las flores. Rachelle y Christopher intercambiaron sus votos mientras un amigo oficiaba la ceremonia.
"Intercambiamos anillos y también conseguimos un anillo especial para Kaylee, con todas nuestras piedras de nacimiento juntas. Se lo pusimos en el dedo, así que hubo todo un pequeño momento para ella que se sintió más especial", contó Friedman.
Tras 11 años de matrimonio, y las difíciles experiencias que ha tenido que enfrentar luego del accidente, Rachelle se ha convertido una persona distinta. La madre y esposa se ha enfocado en tratar de disipar los estereotipos sobre las personas con discapacidad y la vida en silla de ruedas.
Ya sea haciendo paracaidismo, posando para una sesión fotográfica o convirtiéndose en madre, su objetivo es cambiar la imagen que se tiene de las personas discapacitadas.
"Mucha gente dudaba de que nuestra relación pudiera durar o se preguntaba: 'Cómo va a ser madre, está en una silla de ruedas, eso es egoísta e irresponsable'", dijo.
"No me lo tomé como algo personal. Hay tantos estereotipos. El mero hecho de publicar una foto de Kaylee y yo dando un paseo, es una defensa porque la gente puede ver a nuestra familia", agregó.
Friedman también se ha esforzado por demostrar que la relación con su esposo es de igual a igual, y no de dependencia.
"Yo necesito ayuda, no soy 100% independiente, pero él también necesita ayuda de muchas maneras. Él tiene más ansiedad que yo y se siente un poco abrumado, y yo soy una persona muy tranquila, así que soy capaz de contrarrestar eso", aseguró.
Rachelle explicó que cuando la gente ve a una persona con discapacidad, automáticamente asume que quien la cuida hace todo el trabajo.
"La gente se acerca a él y le da las gracias por cuidar de mí y dice que es una persona increíble. No soy un caso de caridad”, indicó la mujer.
Además dijo que ellos están juntos por una razón: “Solo queremos que la gente deje de verlo como si fuera un servicio público. Es un gran tipo, pero si no estuviera enamorado, no estaría aquí", concluyó.
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