Le dijeron que era muy vieja para el karate, pero los calló a todos con una medalla de oro
Una atleta española a la que le dijeron que era demasiado vieja como para triunfar en su disciplina le demostró a todos lo contrario al ganar una medalla de oro en Tokio.
Las Olimpíadas de Tokio 2020 fueron una grandiosa oportunidad para ver a los mayores talentos deportivos del mundo competir bajo un mismo techo. Pero también fueron el escenario de poderosas historias.
Una de las más inspiradoras historias es la de la karateca Sandra Sánchez. A los 33 años, le dijeron que era demasiado vieja para el karate. Ahora, a los 37, ganó el oro olímpico.
Sandra comenzó a entrenar a los cuatro años, luego de ver a su hermano ir a clases de karate y querer seguir sus pasos. Tuvo que convencer a sus padres a punta de berrinches, pues ellos la obligaron a estudiar ballet.
Tras pisar un tatami por primera vez, Sánchez se enamoró para siempre. Su talento fue aparente, y al poco tiempo terminó en un Centro de Alto Rendimiento en Madrid. Era una estrella en ascenso.
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Pero en ese momento, la madre de Sandra fue diagnosticada de cáncer, y la atleta se alejó de las competencias para cuidar de ella. Jamás lamentó su decisión, pero reconoce que afectó duramente su trayectoria.
Volver al karate de alto nivel y ser tomada en serio fue un proceso muy difícil. Los mejores entrenadores no querían trabajar con ella debido a su edad. Con 33 años, le dijeron que era demasiado vieja para competir profesionalmente.
Sandra Sánchez en Japón en agosto de 2021. | Foto: Getty Images
"Por supuesto que tuve momentos de duda, también tengo mi corazoncito, particularmente cuando gente en el mundo del kárate que yo respetaba me decía que era buena, pero no lo suficiente", dijo Sandra.
Sandra hizo caso omiso de estas opiniones, y siguió buscando un buen entrenador. Finalmente, dio con el actual seleccionador español Jesús del Moral, quien accedió a entrenarla.
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Cuatro años después, Sandra se había convertido en la karateca número uno en su categoría a nivel mundial. Sus esfuerzos le permitieron ganar campeonatos nacionales e internacionales, y finalmente, clasificar a Tokio 2020.
En el evento, Sandra dominó a su competencia para llevarse a casa la medalla de oro. Así, terminó de demostrarle a todos lo mucho que vale como atleta y como persona, a cualquier edad.