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Padre vence el COVID después de que su esposa no permitió que médicos apagaran el soporte vital

Diego Rivera Diaz
31 ago 2021
06:00

En el Reino Unido, un padre cuya esposa se rehusó a desconectarlo del soporte vital logró vencer el coronavirus. Su inspiradora historia se hizo viral en las redes sociales.

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La pandemia de coronavirus ha sido un desafío para el mundo entero, pero nadie lo sabe tan bien como Adam Banks. El hombre oriundo de Hutton Rudby, Inglaterra, pasó tres meses hospitalizado por coronavirus.

Estuvo al borde de la muerte, y los doctores llegaron a recomendarle a su esposa apagar el soporte vital y dejarlo ir. Pero Marie, la esposa de Adam, se negó a permitirlo.

Ventilador hospitalario. | Foto: Shutterstock

Ventilador hospitalario. | Foto: Shutterstock

"Ella se rehusó, y les rogó que le dieran otra opción. Mis pulmones habían colapsado un 90%, y días después de ser ingresado al Hospital Cook comenzaron a ventilarme", explicó Adam, según recoge Gazette Live.

Adam y Marie son padres de dos hijos, Taylor, de 17, y Chloe, de 19. Para intentar salvar al padre, los doctores probaron una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO, siglas en inglés).

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Adam estuvo en coma durante la mayor parte de su tratamiento. Pero reveló que al despertar, los medicamentos que salvaron su vida lo estaban haciendo alucinar.

"En cierto punto, llegué a pensar que los doctores me querían matar con las medicinas y dejé de tomarlas por un día, y empeoré mucho", contó el hombre. Durante el tratamiento, Adam perdió más de 30 kilos.

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Al salir de la terapia ECMO, volvió a su hogar, pero estaba paralizado del cuello para abajo. "No había comido en dos meses y medio, y mis cuerdas vocales habían colapsado por el tratamiento", contó Banks.

Fue dado de alta el pasado mes de abril, pero pasó largo tiempo en silla de ruedas. Siguió recibiendo oxígeno hasta agosto, y sigue sumamente débil. Se le hace difícil incluso abrir una botella.

Adam recibió la segunda dosis de la vacuna en julio, y dice sentirse mucho más seguro. Pero a pesar de lo dura que fue la experiencia, dice que ha cambiado su vida para bien.

"Me ha acercado mucho más a mi esposa e hijos, y ahora solo disfrutamos cada momento de la vida", dijo el hombre. "Estoy feliz de que haya sido yo y no mi familia. Cada día es un buen día ahora, así lo veo", finalizó.

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