"Estoy en shock": Dio a luz durante una salida con sus amigas sin saber que estaba embarazada
Aunque no son infrecuentes las mujeres que se enteran de que estaban embarazadas justo antes del parto, sus historias aún nos sorprenden. Eso le ocurrió a Lavinia.
Lavinia Stanton y su pareja Cameron Wroot, de Halifax, Canadá habían estado considerando la posibilidad de ser padres primerizos. Pero dos pruebas negativas les habían hecho saber que no ocurriría por ahora.
Por eso, cuando algunas semanas atrás la joven de 23 años sufrió un fuerte dolor abdominal, solo imaginó que tenía una infección u apendicitis. La sorpresa que recibió la acompañará por siempre.
UNA NOCHE DE FIESTA
Lavinia y dos de sus amigas salieron a disfrutar de una noche especial. Entre cocteles y risas pasaron el rato. Sin embargo, durante la cena la joven empezó a sentir una fuerte molestia abdominal.
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A la hora de despedirse, el dolor era muy preocupante, por lo que Lavinia optó por irse a la casa de su madre, que estaba más cerca. Amanda Hardcastle se preocupó y llamó al servicio de emergencias.
Ellos le recomendaron que acudieran a la emergencia del hospital si no mejoraba, por lo que a las 2 a.m. ingresaron al hospital. Un simple examen de orina confirmó a los médicos sus sospechas: estaba en trabajo de parto.
“Realmente no tenía idea. Tampoco nadie más. No había experimentado ningún síntoma de embarazo. Sin náuseas matutinas, sin patadas en el estómago, nada”, dijo Lavinia, según recoge Ladbible.
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Si bien había notado un aumento de peso los últimos meses, lo atribuyó a la pandemia y al encierro en casa, ya que su abdomen no se proyectó. Además, se había hecho dos pruebas de embarazo con resultados negativos.
NACIÓ WILLOW
Lavinia fue trasladada a la sala de parto y a la mañana siguiente, a las 8:54 a.m., nació Willow por cesárea. La bebé pesó 2,75 kg y es adorable.
“Todavía estoy en estado de shock. Han pasado algunas semanas y estoy asimilando todo poco a poco", dijo Lavinia, quien no podría estar más feliz y agradecida al lado de su esposo, un electricista de 25 años. Fue la mejor sorpresa de sus vidas.