Barry Gibb, de The Bee Gees, quedó "en aislamiento permanente" tras la muerte de sus hermanos
Barry Gibb conoció la cima del éxito junto a sus hermanos Maurice y Robin. Sin embargo, luego de sus respectivas muertes, quedó tan devastado que pasó años aislado del mundo entero.
Los Bee Gees fueron uno de los grupos de pop británico más exitosos del siglo XX. Conocidos como los Reyes del Disco, los Bee Gees dominaron las carteleras por más de una década.
Hoy en día, Barry Gibb, el mayor de los tres hermanos que conformaban la banda, es el único sobreviviente de toda su familia. El dolor de perderlos lo llevó a aislarse por completo durante años.
Los Bee Gees circa 1977 en foto de archivo. | Foto: Getty Images
Barry, Maurice, Robin, y su hermano menor, Andy (quien nunca fue parte del grupo) nacieron en Manchester, pero se criaron en Australia. Desde chicos, soñaron con ser famosos.
En Australia, formaron su primera banda, The Rattlesnakes, que eventualmente se transformó en los Bee Gees. Gozaron de un éxito increíble con canciones como "Stayin' Alive", "Too Much Heaven" o "To Love Somebody".
Entonces, comenzaron las tragedias. El joven Andy Gibb murió en 1988, víctima de una infección viral. En 2003, Maurice murió de un infarto a los 53 años durante una cirugía intestinal de emergencia. En 2012, Robin falleció tras luchar con un fulminante cáncer de hígado.
"Mi mayor arrepentimiento es que cada vez que perdí un hermano, estábamos en un momento de distanciamiento", reconoció Gibb, según recoge Infobae. "Tengo que vivir con eso, y me la paso reflexionando".
Barry Gibb en Londres en 2017. | Foto: Getty Images
"No sé por qué, pero soy el último hombre de pie. Y nunca voy a entenderlo, porque soy el mayor, así que no trato de entenderlo, simplemente sigo adelante", dijo el cantante, visiblemente emocionado.
Cuando Maurice murió, él y Barry habían tenido un desacuerdo, y nunca pudo reparar la relación. "Lo perdimos en 48 horas. De estar perfectamente sano a estar crítico y morir", contó Gibb.
Estas pérdidas lo derrumbaron. No pudo reponerse, y estuvo encerrado desde que murió Maurice, en 2003, prácticamente hasta 2016. Ese año, su esposa logró convencerlo de que tenía que seguir adelante.
Desde entonces, ha concedido entrevistas, grabado canciones en nombre de sus difuntos hermanos, y comenzó una gira mundial como solista. Con 75 años, es el último Bee Gee, pero siente que sus hermanos lo acompañan cada vez que sube al escenario.